Con trabajos en calles Uruguay y Vélez Sarsfield, el municipio local ha encarado la etapa final de la obra programada para mejorar el escurrimiento de agua en zonas críticas del suroeste de Santo Tomé.
Una de las cuadrillas de empleados municipales, dependientes de la Dirección de Saneamiento Urbano y Equipamiento -repartición a cargo de Marcial Pujato-, viene realizando trabajos sobre calle Uruguay, a la altura de Vélez Sarsfield, en el marco de la etapa final de la obra de ampliación de desagües de la vecinal Villa Luján. Dicho emprendimiento, vale aclararlo, es el que en su momento respondió a la necesidad de la Municipalidad de Santo Tomé de solucionar problemas de anegamiento frecuentes y crónicos que ocurrían en la zona, en la cual -en definitiva- lo que se estuvo haciendo fue reemplazar la tubería existente, que contaba con una limitada sección para el desagote (0,28 metros cuadrados), por un conducto rectangular de mayor capacidad de derivación (1,20 metros cuadrados).
Para concretar la referida mejora barrial, se realizaron 300 metros lineales de canalización, de los cuales 123 fueron construidos con pórticos rectangulares de hormigón que posibilitarán un óptimo escurrimiento pluvial. Actualmente, se trabaja en la terminación de las cámaras de captación y el saneamiento de cunetas transversales al nuevo conducto, con el objetivo de facilitar el drenaje del agua desde manzanas adyacentes. Por eso mismo, el gobierno local quiere hacer hincapié en que con esta ampliación de desagües se verán beneficiados vecinos de un sector bastante amplio, delimitado por Av. Riccheri, 12 de Septiembre, 13 de Diciembre y 1º de Mayo.
Medidores de agua corriente
Con un presupuesto oficial de $ 111.750, el municipio santotomesino licitará el 27 de julio próximo -desde las 10, en la Dirección de Compras y Suministros local- la adquisición de 500 medidores domiciliarios para agua corriente y 350 cajas unificadas para la instalación de los mismos. Una parte de los medidores será destinada al reemplazo de artefactos que se encuentran actualmente fuera de uso y en condiciones irreparables, mientras que el resto será instalado en diferentes sectores de la ciudad. La colocación de los medidores domiciliarios no tiene costo alguno para el vecino y está destinada a alentar el consumo responsable del agua corriente, disminuyendo el derroche y generando una forma justa y eficiente de abonar el servicio, ya que cada usuario paga por el volumen que consume.
A propósito de lo anterior, el arquitecto Ricardo Méndez, titular de la Secretaría Municipal de Obras y Servicios Públicos, recordó que esta gestión de gobierno ya lleva colocados 1.800 medidores nuevos, a la vez que remarcó que el consumo medido es el modo más óptimo para que los vecinos abonen un servicio prestado por el municipio. Y esta última -destacó también Méndez- es una de las particularidades que diferencia a Santo Tomé de otras localidades, ya que en nuestra localidad la generación y la provisión del agua corriente están a cargo del Estado municipal. Además, Méndez se refirió al costo elevado que tiene el agua para la ciudad: “En la vecinal General Paz, por ejemplo, se ejecutó una nueva perforación, que costó aproximadamente $ 100.000; además, cada uno de los insumos necesarios para extraer el agua de profundidad implica una inversión que el municipio tiene que afrontar, ya que todavía no tenemos la alternativa de contar con agua de río”.
|
|
|