La posibilidad de que el Banco de Córdoba (Bancor) intervenga con 302,4 millones de dólares en la financiación de la obra de la central hidroeléctrica de Chihuido fue duramente cuestionada ayer por el bloque de legisladores radicales, que reclamaron a Juan Schiaretti que aclare si la operatoria sigue su marcha y en qué se fundamenta la iniciativa, cuando esta Provincia necesita urgentes inversiones en infraestructura.
El planteo, motorizado por el legislador Miguel Nicolás, fue sin embargo refutado por fuentes de la entidad financiera, quienes reconocieron la existencia de negociaciones a lo largo del año pasado, luego desechadas por la aparición de una oferta superadora, realizada por otro banco de plaza, el Macro, del empresario kirchnerista Jorge Brito.
"Todo lo que pretendía hacer el Banco de Córdoba era armar una estructura de financiamiento mediante un fideicomiso y a cambio percibir una comisión por esa tarea", explicó el interlocutor oficial consultado por este diario frente al planteo de la oposición.
Nicolás remarcó que los legisladores cordobeses se enteraron a través de una exposición del secretario de Energía, Daniel Cameron, en el Congreso de la Nación que la Provincia estaba por garantizar con su coparticipación impositiva la emisión de títulos por 302,4 millones de dólares que el Banco realizaría en favor de las empresas ganadoras de una licitación que, además, fue escandalosa.
En ese proceso, el gobierno kirchnerista adjudicó los trabajos al consorcio encabezado por Electroingeniería, e integrado por OAS, CPC, Hidrocuyo, Rovella Carranza UTE. Pese a que la oferta fue en 400 millones de dólares superior a la efectuada por el oferente más bajo (Roggio, con 1.200 millones), las autoridades optaron por esa propuesta, precisamente por las ventajas de financiamiento que otorgaba.
A través del fondo, Bancor aportaría 302,4 millones, en tanto que el Banco Nacional de Desarrollo (BNDS) de Brasil pondría otros 729 millones de dólares, con la condición de que el 60 por ciento de ese monto se aplique a la compra de bienes y servicios originados en el país vecino. En otras palabras, el BNDS apuntaba a financiar exportaciones.
Todos los créditos serían luego recuperados mediante la venta de energía eléctrica al mercado mayorista nacional.
"Schiaretti comprometió de forma unilateral, hegemónica e inconsulta los recursos públicos, lo cual genera un manto de sospecha de por qué habría que comprometer fondos de coparticipación", recalcó Nicolás, quien además subrayó que el Banco cerró el primer trimestre "con un déficit de 25,2 millones de dólares que continúa en abril y junio", dijo.
También aludió a las dificultades que encontró Epec para financiar la nueva central térmica de Pilar, que requirió un préstamo puente de la entidad cordobesa con crédito y bonos.
El legislador, hombre fuerte durante la gestión del gobernador Ramón Mestre, presentó en consecuencia un pedido de informes de seis puntos que en realidad podría devenir en abstracto dado que Bancor quedó finalmente marginado de la operatoria financiera por la intervención de Brito, quien ofreció 150 millones de dólares (y no bonos) constantes y sonantes.
La billetera de Brito mató el intento
Hasta setiembre del año pasado, el Banco de Córdoba mantuvo una fluida negociación con Electroingeniería por la estructuración financiera de la licitación de Chihuido I.
"Lo único que pretendíamos era ganar un negocio más que al Banco le dejaría una comisión", comentó una calificada fuente de la entidad que descartó por completo la continuidad del proceso en la actualidad.
Con fechas 10 de junio, 29 de julio y 16 de setiembre de 2009, Bancor y Electroingeniería intercambiaron misivas evaluando alternativas de financiamiento.
Finalmente, en la última correspondencia, la entidad provincial propuso crear un fideicomiso por 302,4 millones de dólares que se integrarían en la emisión de cuatro series de títulos a una tasa del 14 por ciento anual, que se complementaría con los créditos que otorgarían el banco brasileño BNDS y también el Banco de la Nación Argentina.
Para garantizar la operación, Electroingeniería debía asegurar que la Nación ofreciera en respaldo fondos de algún impuesto coparticipable o de la recaudación diaria de esa jurisdicción o el cargo específico que eventualmente se creare a tal efecto. El Banco no se obligaba a adquirir los títulos.
Pero la iniciativa se desvaneció rápidamente cuando apareció el banquero kirchnerista Jorge Brito (Macro) y propuso hacerse cargo del fideicomiso colocando por su cuenta 150 millones de dólares en la operación. |
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