La visita de Castro se dio menos de una semana después de que el vicecanciller costarricense, Carlos Roverssi, enviara una misiva a Managua, exigiendo explicaciones sobre las operaciones de dragado en ese cauce.
En su carta, Roverssi también exigió que se detuvieran las obras mientras no se dieran a conocer los estudios técnicos sobre el impacto de la operación, respuesta que no se obtuvo ni con la carta ni con la visita de Castro.
El canciller Santos dijo a los medios de comunicación de su país que enviarán una carta “aclaratoria y fraterna” en el sentido de que el río San Juan es una vía fluvial propiedad de Nicaragua, y que “podemos limpiar el río cuando y las veces que queramos”.
El jueves, el presidente de ese país, Daniel Ortega, calificó de “improcedente” la petición del Vicecanciller tico, y a la fecha no ha dado explicaciones.
Mientras tanto, Santos anunció el miércoles que iniciarán los trabajos de dragado, aunque no definió la fecha. Esta obra estará a cargo del exguerrillero sandinista Edén Pastora, conocido como Comandante Cero.
Buques estadounidenses. Castro aprovechó la visita para explicar en Managua los alcances del permiso costarricense para que barcos de la Armada de los Estados Unidos naveguen en aguas ticas.
En la cita, el canciller Santos dijo que Castro negó que se trate de establecer una base militar, informó ayer la agencia EFE.
El diplomático costarricense aclaró que las acciones responden más bien a un convenio de patrullaje conjunto para combatir el narcotráfico, el cual tiene vigencia de 10 años.
Santos agregó que Castro dio las explicaciones durante una “reunión de intercambio de dos vecinos y gobiernos amigos”, en la que se preparó una cita entre los dos países para noviembre, acorde con el tono conciliatorio de la presidenta tica, Laura Chinchilla.
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