Muchos vecinos del sector norte de barrio Marqués de Sobremonte se sienten molestos. Por la falta de desagües, llevan años soportando inundaciones de calles y de viviendas cada vez que alguna copiosa lluvia los castiga. Caídos en desgracia, no tuvieron otra opción que instalar compuertas o diversas clases de protecciones en el ingreso a sus domicilios para evitar que el agua produzca estragos.
Este sector se encuentra a niveles más bajos con respecto a los terraplenes próximos a las avenidas Circunvalación y Monseñor Pablo Cabrera. Por eso recibe constantemente los líquidos que provienen de las zonas más altas y de los barrios próximos. Su acumulación genera lagunas durante días.
Las calles más comprometidas por los anegamientos son Miguel de Mojica, Gaspar de Quevedo y Tomás de Irobi. Todas colectan gran cantidad de agua.
El único desagüe provisorio existente está ubicado en calles Gaspar de Quevedo y Ávila y Quiroz, junto a las vías férreas. Pero no alcanza a cumplir correctamente su función de evacuación de líquidos.
Durante el verano pasado, algunos vecinos decidieron cortar calles en reclamo de desagües. "Siempre que llueve nos inundamos", advierten.
El presidente del centro vecinal, Lorenzo Maldonado, dice que las inundaciones en el barrio son moneda corriente desde los últimos 50 años y que llevan "30 años" exigiendo soluciones.
Habría expedientes en el municipio para construir desagües en calles Miguel de Mojica y en Tomás de Irobi, que desagotarían en un canal colector de Circunvalación. En abril de 2009 esta obra había sido presupuestada en casi 5,3 millones de pesos. Pero nunca se hizo.
Baches, algo normal. Otra imagen habitual en Marqués de Sobremonte es la de los baches. Aunque el municipio suele arreglarlos, muchas calles tienen hundimientos que perjudican a los vehículos. Para colmo, los continuos anegamientos hacen que los baches se conviertan en lagunas.
Los vecinos estiman que, por lo menos, existen hoy unos 20 baches en las distintas cuadras del barrio. Manifiestan que pagan impuestos de tipo "residencial" y que, aun así, los servicios municipales llegan en cuentagotas.
También están disgustados por la falta de iluminación en varias calles. Plantean que hay focos rotos y que la oscuridad facilita el accionar delictivo. Otro reclamo es por la escasez de frecuencias que tienen las líneas A3 y A4, pertenecientes a la empresa Ciudad de Córdoba.
Algunos también se quejan porque no se construyó la red cloacal pese a que la cañería troncal se pagó hace añares.
En las 200 manzanas que tiene Marqués de Sobremonte residen unas 500 familias. El barrio se caracteriza por la particular fisonomía de sus calles, trazadas como diagonales, rectas y hasta semicírculos. No es difícil perderse cuando se circula por el lugar, sobre todo si no se conoce el barrio.
Por la sede. Además, miembros del centro vecinal reclaman porque la sede vecinal no se terminó: tiene techo de chapa, baños que no funcionan bien y un contrapiso de mala muerte. "Encima que hay poca participación" y descreimiento de la gente, no tenemos una sede vecinal en condiciones; y el municipio no nos dio respuestas pese a que pedimos arreglos", cuestionaron.
El centro vecinal también advirtió que la remodelación de la Biblioteca Atahualpa (en calles Tomás de Irobi y Pérez Correa) no se concretó aún, pese a que fue incluida en el Presupuesto Participativo 2008.
"La obra cuesta 40 mil pesos, pero estos fondos nunca llegaron", criticaron los vecinalistas. También se aguarda la instalación de refugios para el transporte de colectivos, aunque esta obra se incluyó en el "presupuesto vecinal" del año 2009 y todavía hay tiempo para cumplirla. |
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