La rotura de un caño maestro de red de Aguas Santafesinas SA dejó sin agua durante un día entero a entre 150 mil y 200 mil vecinos de esta ciudad, y generó una fuerte polémica movida por la agitación política y social. La ciudad amaneció literalmente sin agua, las escuelas no abrieron sus puertas, el comercio fue bajando las persianas y se produjo un verdadero fuego cruzado de acusaciones entre la oposición política y el oficialismo en la provincia
Las consecuencias de la avería comenzaron a percibirse en el mediodía del jueves, aproximadamente, en la toma de agua del riacho Santa Fe, un acueducto de 80 centímetros de diámetro que nutre la planta potabilizadora ubicado en Ituzaingó y Mitre, en el este de la ciudad. A las 14, mediante un comunicado público, Assa oficializó el problema anunciando que redujo la presión del suministro en la ciudad. Pero era apenas el principio.
A las 19, un nuevo comunicado de la empresa dio la medida de la gravedad del daño al anunciar la suspensión del servicio, por lo que dejaba sin agua potable de red a más de 150 viviendas.
Para entonces, ya varias cuadrillas de operarios trabajaban en el lugar, convertido en un gran cráter con agua. Después de trabajar toda la noche recién detectaron una fisura en el caño alrededor de las 7 de ayer.
A esa hora los santafesinos se anoticiaron al levantarse que seguían sin agua y que la restitución del servicio demoraría, conforme estimaban los técnicos, presumiblemente toda la jornada. La ciudad tenía que afrontar un día complicado en emergencia. Una de las primeras medidas adoptadas por las autoridades fue la suspensión de las clases en todos los establecimientos escolares durante el turno matutino. Esta medida se extendería luego también al turno vespertino.
Los hospitales y centros de salud recibieron agua en camiones cisterna en tanto la actividad se resintió en la mayoría de las oficinas públicas y no pocos comercios que al promediar la mañana debieron ir cerrando sus puertas a medida que sus tanques se fueron agotando y con ellos se liquidaba la reserva de agua potable para consumo y uso sanitario. También al promediar la mañana comenzó a escasear el agua embotellada en supermercados y almacenes por lo que algunos debieron racionalizar su venta y otros se quedaron sin stock.
En general, el corte fue vivido por los santafesinos con un generalizado nerviosismo y un inusitado nivel de irritación, reproches e impaciencia que los medios de comunicación locales reflejaron a lo largo día.
Un ejército de operarios trabajó sin descanso toda las tarde y noche del jueves en avenida Alem (a la altura de calle Dorrego), y una vez detectada, la fisura en el acueducto fue sellada. Assa anunció cerca del mediodía que sus obreros habían logrado restañar la tubería, con lo que se restablecía el flujo a la planta potabilizadora.
A esa hora, las autoridades volvieron a apelar a la paciencia social explicando que el agua aún debía volver a llenar la red para entonces fluir en cada canilla, trámite que demandaría algunas horas más. A las 14 de ayer, comenzó a restablecerse paulatinamente el servicio de agua potable.
Gran polémica. Críticas de imprevisión e impericia se fueron sucediendo a los largo del día en los medios de prensa en los que los vecinos hicieron conocer su enojo porque la pérdida de agua en el lugar databa de más de dos meses y desde Assa hicieron caso omiso a las denuncias que se le efectuaron. Todo pese a que el agua corría por la calle evidenciando que se había roto un caño.
Desde sectores políticos también sumaron sus voces. "La rotura de un caño maestro, sumado a la negligencia de este gobierno, dejó sin agua a la ciudad de Santa Fe", acusó por los medios el diputado peronista Mario Lacava. "En la provincia hay una escasa inversión en obras pública que trae como resultado la falta de gas y vidrios en escuelas y hospitales, y hoy deja lamentablemente sin agua potable a toda la ciudad de Santa Fe. Assa tiene asignado un presupuesto para todo 2010 de 82 millones de pesos, para gastar en construcciones y equipamiento, lo que desde el vamos es muy poco. Al 30 de junio de este año lleva gastado sólo 21,6 millones, lo que significa sólo el 31 por ciento del total asignado para gastar, lo que contrasta con el gasto que se viene realizando en los otros rubros y que está en el orden del 51 por ciento de lo asignado en el presupuesto".
A poco de que anunciara el arreglo de la avería, el ministro de Aguas y Servicio Públicos, Antonio Ciancio, brindó una conferencia de prensa desde el mismo lugar de la rotura buscando contrarrestar las críticas a su gestión. "Es el resumen de la política del «lo atamos con alambre», y creo que a partir de nuestra llegada se pudieron detectar otro tipo de situaciones graves, tanto en aguas como en la EPE. Por ejemplo, hay un sin número de situaciones que son como bombas escondidas, y que muchas veces producen cosas como estas", dijo en ministro en respuesta a las críticas.
"Nosotros decimos que estamos haciendo las inversiones y se pueden ver. Me parece que en ese sentido las cosas que vamos dejando están correctamente desarrolladas con todo lo necesario. Mientras tanto, estamos recuperando nuestras empresas", dijo el ministro, y revelar que en el mismo lugar el acueducto ya había sufrido una rotura durante el gobierno anterior, el que fue reparado "muy precariamente".
La ciudad se quedó sin agua, pero la polémica recién empieza y promete hacerse más grande.
"Se investigará"
El presidente del Ente Regulador de Servicios Sanitarios, Alberto Muñoz, prometió que el organismo “investigará, presionará y si es necesario sancionará para que no se vuelva a producir” un problema de esta envergadura. No obstante, advirtió que “en una crisis hay dos etapas: la primera es encontrar el motivo y solucionarlo, y después buscar responsabilidades. Es lógico que la población exija que todos aquellos que tengamos responsabilidades las ejerzamos”, remató.
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