Los gobiernos de Uruguay y Argentina no lograron, hasta las últimas horas de ayer, un acuerdo en cuanto al control ambiental de UPM y del río Uruguay, pero las negociaciones continúan. "Coincido plenamente con el presidente José Mujica" escribió el canciller argentino en la red social twitter, en relación al monitoreo científico a la ex Botnia.
En tanto, el canciller argentino, Héctor Timerman, aseguró que coincide "plenamente" con el presidente José Mujica en cuanto a que a la empresa tienen que ingresar "científicos". En el marco del plazo de 48 horas de reflexión que se habían fijado los cancilleres Héctor Timerman y Luis Almagro para acordar un texto que satisfaga a las partes con respecto a los controles ambientales que deben llevarse adelante en el río Uruguay y UPM, el canciller argentino ayer se manifestó de acuerdo con la postura del presidente Mujica expresada a este diario.
"Coincido plenamente con el presidente José Mujica en sus declaraciones al diario LA REPUBLICA: 'Los que va a entrar son hombres de ciencia, ni periodistas, ni piqueteros, ni políticos, va a entrar gente que entiende, va a entrar la ciencia, porque sino estamos fritos, precisamos datos'", manifestó Timerman citando a Mujica, a través de la red social Twitter, único medio en el cual el jerarca realiza declaraciones.
Asimismo, fuentes gubernamentales expresaron anoche a LA REPUBLICA que las negociaciones "no fueron tan sencillas como se esperaba, es decir que el plazo de 48 horas de reflexión que fijaron ambos cancilleres, y que venció ayer a las 18.00, no alcanzó para lograr un acuerdo entre las partes".
De todas maneras los informantes reconocieron que las negociaciones continúan y se manifestaron optimistas en cuanto a alcanzar un punto de acuerdo. Las conversaciones las están llevando adelante técnicos de ambas cancillerías.
En otras de sus intervenciones en la red social, el canciller argentino también se refirió a las declaraciones del viceministro de Relaciones Exteriores, Roberto Conde, quien declaró que el acuerdo "está cerrado".
Sin embargo, "nuestra Cancillería desconoce a qué se refiere. ¡Insisto! El acuerdo es simple: acceso irrestricto a los científicos para que controlen Botnia y todos los establecimientos industriales y agropecuarios en ambas márgenes del río Uruguay", expresó Timerman.
Desde Uruguay se acepta el ingreso de científicos a la planta de UPM a realizar los controles, pero a la vez se espera una "medida espejo" con las empresas argentinas que tienen sus vertederos en las aguas del río Uruguay.
En tanto el gobierno argentino ha pedido que en primera instancia se ingrese a UPM porque es el centro del diferendo y luego entonces se proceda a analizar las empresas de su país bajo las mismas condiciones. Aunque los plazos no están definidos y eso es un punto que preocupa a Uruguay.
Asimismo, existe otro punto de acuerdo entre ambos gobiernos: el referido a las condiciones que deben establecerse para poder ingresar a las plantas de ambas márgenes, ya que son conscientes de que existen dificultades jurídicas, porque las empresas se rigen por el derecho privado, y en el caso de UPM por acuerdos internacionales y de inversión.
Timerman también expresó ayer en Twitter: "Desde el inicio del diferendo siempre hemos dicho que estamos hablando de un tema de control ambiental. Sigo pensando igual".
El jerarca dijo que "no es un problema político y no debemos politizarlo. Debe, pues, resolverse dejándolo en manos de científicos que estudien y monitoreen el impacto en el río Uruguay de las actividades industriales y agrícolas que se desarrollan en ambas márgenes del río".
Luego del fallo de La Haya y el acuerdo de ambos presidentes en la declaración de Anchorena "hemos llegado a este momento. Debemos darle instrucciones a la CARU sobre cómo proceder a cuidar el medio ambiente", expresó Timerman.
Hace unas semanas "la Argentina ha presentado una propuesta que engloba al fallo de La Haya y la declaración de Anchorena y que se enmarca en el espíritu de hermandad de ambos pueblos".
"Hemos decidido abrir al control científico, y sólo científico, a todos los establecimientos industriales y agrícolas que estén sobre ambas márgenes del río Uruguay y en primer lugar la planta de Botnia-UPM, así como aquellos que se instalen en el futuro. No pedimos nada que no estemos dispuestos a ofrecer", remarca el canciller argentino.
A la vez expresa en Twitter que la posible contaminación del río Uruguay "no afecta a un solo país, sus efectos no respetan fronteras ni necesitan pasaportes.
Por eso, a pesar de que el fallo de La Haya ordena monitorear sólo el funcionamiento de la planta de Botnia-UPM, la Argentina ofrece extender el mismo control a todo el río y a ambas márgenes".
"Brindemos un ejemplo de cooperación en el cuidado de nuestro medio ambiente y trabajemos juntos para obtener nuevas fuentes de desarrollo económico que generen trabajo digno y una mejor calidad de vida a todos, uruguayos y argentinos", puntualiza.
|
|
|