El miércoles, alrededor de la laguna y sus arroyos se encontró una gran cantidad de peces muertos de distintas especies, como las sardinas, pirañas, lentones, tamatis pequeños, entre otros, informó radio Mátire de la red Onda Local.
Las especies piscícolas perecieron por las bajas temperaturas, que registraron hasta 6 grados centígrados a principios de semana, en una región que habitualmente alcanza los 33 grados centígrados.
Según las autoridades sanitarias, consumir esta agua con peces muertos, podría traer efectos como dolores de estómago, diarrea e infecciones en la piel, especialmente en los menores de edad.
La laguna se encuentra en el poblado de San Ignacio, y sus arroyos atraviesan las comunidades de San Miguelito de Mátire, El Tacuaral y otros.
La Unidad de Gestión de Riesgos de la Comuna evalúa las acciones para evitar un rebrote de enfermedades. Se plantea la instalación de una filtradora de agua para purificar el líquido elemento destinado al consumo humano.
Según el portal del Centro de Estudios Amazónicos “CEAM”, por lo menos 100 mil alevines de pacú han muerto en la Estación Piscícola de San Ignacio de Mojos, lo que significa una pérdida de más de cien mil bolivianos, de acuerdo al responsable, José Mamani.
El experto explicó que el pacú resiste la temperatura del agua hasta 15º C, pero ésta bajó a 13, provocando la mortandad de los alevines; de persistir los frentes fríos, también morirán los reproductores, explicó Mamani.
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