La presidenta Cristina Fernández encabezó el acto de firma del contrato de interconexión eléctrica entre las localidades santacruceñas de Pico Truncado, La Esperanza, Río Gallegos, Río Turbio y El Calafate. En la misma oportunidad, el Ministerio de Planificación anunció el llamado a licitación para la interconexión de las ciudades de Pico Truncado y Caleta Olivia, en el norte de Santa Cruz. “Es muy aconsejable diversificar la matriz energética y la matriz productiva del país”, destacó la presidenta de la Nación, recordando que en 2003, cuando el kirchnerismo accedió al gobierno, “teníamos un sistema energético totalmente gas dependiente”.
“En el año 2003, la Patagonia estaba desconectada del sistema eléctrico nacional: la interconexión llegaba hasta Choele Choel, en el límite entre Río Negro y Buenos Aires”, repasó Cristina en su discurso. “Esta es una obra emblemática, hoy estamos firmando el contrato por la línea de 500 kilovoltios (alta tensión) que permitirá integrar a todo el territorio continental (sólo queda excluida Tierra del Fuego) al sistema eléctrico nacional”, explicó. La interconexión Pico Truncado-Río Gallegos-El Calafate demandará una inversión de tres mil millones de pesos y se prevé culminarla en 26 meses.
Cristina apuntó que esta interconexión permitirá volcar la energía que se genere en el río Santa Cruz a todo el territorio nacional. “Este río es uno de los de mayor caudal por segundo de la República Argentina, va a tener una represa que va a contribuir a diversificar la matriz energética del país, a darle una mayor participación al sector hidroeléctrico, mucho más conveniente en todo sentido –económico y en términos de medioambiente– que cualquier otra fuente energética”, señaló. “Esta obra va a generar 1700 megavatios, pero Santa Cruz consume únicamente 80 megavatios; por lo tanto, no hubiera sido económicamente viable la obra sin una línea de 500 kilovoltios que permitiera transportarla al sistema nacional”, agregó la Presidenta. “Por eso esta obra es tan importante, porque va a contribuir a dar una Argentina cada vez más sustentable en términos de crecimiento y desarrollo económico.”
Argentina dispondrá de ocho líneas eléctricas de alta tensión cuando culmine la que ayer se firmó: cinco ya terminadas, por una extensión total de 2200 kilómetros, y dos líneas en ejecución, por 2853 kilómetros, Comahue-Cuyo y NOA-NEA. Todas estas obras permitirán ampliar la oferta eléctrica en el país, reemplazando el uso del gas, fundamentalmente, como fuente de energía.
“En el año ’98 el barril de petróleo valía 9 dólares; entonces era un excelente negocio producir energía a través del gas”, recordó Cristina. “Pero la economía, el mundo, nos ha enseñado que nada es para siempre, por eso es muy aconsejable diversificar la matriz productiva de energía, para no depender del precio del gas ni del precio de los co-mmodities. Porque, además, son variables que no manejamos internamente, se manejan desde los grandes centros de poder. Por eso es tan importante que entendamos la importancia de romper esa dependencia”, reflexionó finalmente.