"El 25 de junio, durante la reunión del Comité de la Cuenca Hídrica Salí-Dulce, me informaron que se estaban muriendo los peces en El Frontal", respondió a LA GACETA el secretario de Medio Ambiente de Tucumán, Alfredo Montalván.
Contó que ese día fueron al embalse a navegar con el biólogo del comité, Sergio Salt, y comprobaron que en la desembocadura del Salí la falta de oxígeno estaba afectando la fauna ictícola. Días después apareció la mortandad de peces que denunciaron Héctor Gallo y Carlos Alvarez.
"Las aguas del dique se analizaron in situ y también en un laboratorio santiagueño. Luego se estudiaron las aguas de los ríos y arroyos tributarios del Salí. El canal troncal de desague y drenaje -que corre por el este tucumano- iba con alta carga orgánica, ya que el oxígeno disuelto no era bueno. Esto indicaría la presencia de vinaza", dijo Montalván. En cuanto al origen de la mortandad de peces, Salt estima fueron varias causas: 1) la remoción del fondo del lago (sedimento que comen los bagres); 2) el vuelco de desechos industriales y 3) la explosión de algas, a raíz del "veranito" que antecedió a la ola polar, fenómeno que se da con una determinada temperatura, baja brisa y alta luminosidad, más la presencia de fósforo y nitrógeno. Luego las algas se mueren, se pudren y generan mal olor.
Montalván aseguró que se está inspeccionando la cuenca media para ver si se arrojan desechos industriales.
En tanto, el defensor del pueblo Jorge García Mena, dijo a nuestro diario que la situación de El Frontal "no es nueva, es reiterativa y ya emitimos diversas resoluciones, exhortos, recomendaciones". En la reunión del 1 y 2 de julio, el Consejo de Defensores del Pueblo (de Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán, Catamarca, Salta y de La Nación) solicitó un estudio biológico de las aguas y que esté a cargo del Instituto Miguel Lillo, porque hasta ahora no se hizo tal investigación, informó García Mena.
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