Los habitantes del municipio de Anáhuac están en alto riesgo de sufrir una epidemia de cólera tras el paso del huracán Alex, que dejó más de 2 mil 700 viviendas destruidas, aseguró Javier Garza García, alcalde del poblado al norte del estado.
Las lluvias que trajo Alex a la región provocaron que la presa Venustiano Carranza abriera todas sus compuertas para desalojar los excedentes de agua, lo que desbordó el río Salado y su cauce cubrió todo Anáhuac.
Los 18 mil habitantes del poblado fronterizo con Estados Unidos debieron abandonar sus hogares y bienes para refugiarse en albergues de Nuevo León, Tamaulipas, e incluso en el estado de Texas.
Desde la segunda semana de julio los pobladores de Anáhuac no han podido regresar a sus hogares debido a la humedad y desastres que provocó el huracán Alex. “Mil 200 familias perdieron su patrimonio, viviendas, enseres domésticos y todos sus bienes”.
El alcalde afirmó que continúan incomunicadas varias comunidades, como Estación Rodríguez, además de los ejidos Camarón, Nogales y La Gloria. Estimó los daños por la inundación en mil 832 millones de pesos.
Dijo que el principal riesgo que enfrentan es un brote de cólera y la proliferación del dengue por la humedad que hay en las viviendas.
Desfogue, retrasado
Contó que la “noche triste”, el pasado 5 de julio, cuando le avisaron que debería desalojar Anáhuac, tuvieron que trabajar durante toda la madrugada para advertir a 18 mil habitantes para que abandonaran sus hogares.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) emitió una alerta a las autoridades civiles y militares de Nuevo León sobre la situación de la presa Venustiano Carranza, que estaba a punto de desbordarse.
El problema se agravó debido a un corte de energía eléctrica en el sistema que debería abrir 12 de las 26 compuertas. “Las lluvias estaban provocando que la presa recibiera 5 millones de metros cúbicos de agua por hora”.
Mencionó que la apertura de 12 compuertas apenas desalojaba mil 200 metros cúbicos, así que la Conagua tomó la decisión de abrir las 26 compuertas para evitar que la presa se desbordara. El agua desalojada del dique inundó el río Salado, y como consecuencia todo Anáhuac quedó bajo el agua.
Garza García destacó que la Conagua debió realizar con anterioridad el desfogue del agua de la presa Venustiano Carranza, pero desconoce porque no lo hizo.
“Es un tema que debe estudiarse para saber cuál es el problema que generó la Conagua. Eso va a entrar en la segunda etapa. Ahora estamos en el tema de pleitos, nos quita fuerza para enfrentar la problemática que tenemos”.
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