El próximo mes la Municipalidad de Bell Ville dejará habilitada la segunda laguna sanitaria construida con fondos propios para lograr el saneamiento integral de toda la comunidad. De esta manera, el predio sanitario contará con la capacidad adecuada para receptar y tratar eficientemente el 100% de los efluentes cloacales de la ciudad.
De acuerdo a la información oficial del municipio, se están ejecutando los últimos trabajos de puesta a punto previos a la inauguración de la segunda planta, en un plazo que no excederá los treinta días según las proyecciones de los especialistas.
Si bien el plan original contemplaba la construcción de 4 lagunas sanitarias, con esta segunda se llegará a cubrir la totalidad de los líquidos que se producen en la zona urbana de Bell Ville.
En declaraciones a Cadena del Sudeste, el secretario de Finanzas, Miguel Cagnolo, explicó que “esta laguna es idéntica a la primera. Se debió construir porque con las actuales instalaciones el 30% de los efluentes quedaba sin tratar».
El funcionario comunal destacó que con la nueva planta sanitaria «estaremos incluso por encima de las necesidades y la totalidad de los efluentes llegará al río, tras el correspondiente proceso de tratamiento y purificación».
Hay que recordar en este sentido que la ciudad ya contaba con las redes troncales y domiciliarias por lo que sólo faltaba la infraestructura para tratar un tercio de las cloacas. En un trabajo conjunto con la Cooperativa Sudeste, en marzo del año pasado se puso en marcha la primera laguna sanitaria de la ciudad. En realidad, los trabajos se habían iniciado en 2007, durante la gestión del ex intendente Nelson Ipérico, quien logró un trascendental acuerdo con la entidad cooperativista para avanzar en la solución de uno de los principales pasivos ambientales de Bell Ville.
El Plan Director de Saneamiento Ambiental planteado en 2005 por Ipérico, tenía como objetivo “dar una respuesta a la problemática ambiental del río Ctalamochita y solucionar en forma paralela el deteriorado conducto de descarga, que compromete la operatividad del sistema y representa una amenaza a la seguridad sanitaria de la población”. Las lagunas dejarán a los líquidos en un estado tal de pureza que no generarán impacto negativo en el rio Ctalamochita.