Esta semana, empresarios, representantes y hasta el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), en el distrito de Boquete, alzaron su voz para pedir al Gobierno nacional que establezca un plan de control en las quebradas y riachuelos que cruzan zonas rurales y urbanas.
La razón, según Jorge Tovar, presidente del Comité Regional de Turismo, es prevenir nuevas inundaciones como las que se presentaron hace dos años en el distrito.
“La agricultura acá es muy importante y si hay modificaciones en las zonas altas del distrito tendremos aumento en los cauces de las quebradas de las que hay que tener mucho cuidado”, dijo Tovar.
Aseguró que hay que desarrollar la agricultura sin poner en peligro la inversión turística de más de 500 camas en los distintos hoteles y hostales.
El pasado 3 de noviembre de 2009, las quebradas Agustín, Grande, Zumbona y Aserrío aumentaron su caudal intempestivamente creando daños a la zona urbana de Boquete.
El reporte de esa fecha indicó que la quebrada Grande afectó a nueve viviendas y obligó al Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) a evacuar a las familias afectadas.
José Donderis, director del Sinaproc, coincidió con Tovar en que la canalización y control de las quebradas es urgente.
“El Estado invirtió 11 millones de dólares en la canalización del río Caldera, pero no estamos implementando el plan de desarrollo territorial de Boquete y las quebradas están cambiando”, explicó.
Boquete es un valle y la zona urbana está rodeada de montañas, por lo que la modificación en las corrientes y quebradas en las zonas altas se reflejará en la ciudad, explicó Donderis.
Donderis aceptó que se han tenido reportes de cambios en las zonas de pastoreo a agrícolas o residenciales y entonces se producen más sedimentos que van a las quebradas y aumentan su caudal.
“Boquete es distinto a Cerro Punta. Los cultivos boqueteños están en las tierras altas y la gente vive en las bajas. En Cerro Punta es lo contrario”, explicó Donderis, haciendo alusión al corregimiento que forma parte del distrito de Bugaba.
Emplazamiento
Empresarios se presentaron esta semana al Consejo Municipal de Boquete para pedir a las autoridades una respuesta rápida en materia de canalización a las quebradas del distrito.
Guadalupe Espinoza, representante del corregimiento de Alto Boquete, explicó que este martes se dará una respuesta a los empresarios preocupados en una reunión de la comisión de seguridad del Concejo.
Según Jorge Tovar, los empresario están dispuestos a poner recursos para canalizar las quebradas y de esta manera evitar futuras inundaciones, pero se necesita el liderazgo de entidades gubernamentales como la Autoridad Nacional del Ambiente, el Sinaproc, el Ministerio de Obras Públicas, el Mida y la Alcaldía.
La canalización del río Caldera no es suficiente para proteger las inversiones delos boqueteños.
El río Caldera parece estar controlado en Boquete, pero ahora son las quebradas y riachuelos, cuyo caudal ha crecido irregularmente en los últimos dos años, los que amenazan a la zona urbana de este valle.
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