La posible localización del puente Paraná-Santa Fe sigue generando controversias en la vecina provincia, fundamentalmente por la postura de algunas instituciones o colegios de profesionales.
Ambos gobiernos coinciden en ubicar su traza al sur de ambos aglomerados urbanos, para facilitar el traslado de la producción, uniendo rutas provinciales y nacionales, y en cercanía del Nuevo Puerto de Santa Fe.
La voz disonante aparecida en las últimas horas perteneció al Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil de Santa Fe, que advirtió que la construcción de terraplenes aumentaría los riesgos de inundaciones en esa localidad. La entidad impulsa la propuesta de un puente aguas arriba del túnel subfluvial, sobre el cauce principal del río Paraná, con un intercambiador de tránsito hacia la ruta nacional 168. Ello, sin embargo, haría colapsar esa vía y también el acceso vial a Santa Fe.
Al respecto, el ministro de Planificación de Entre Ríos Guillermo Federik descartó esa posibilidad, ya que admitió, “ello es una solución técnica fácil”, al margen de afirmar que “es un tema sensible y entendible” para la comunidad santafesina, advertir la posibilidad de inundaciones.
De todos modos, dijo que la posible traza que uniría ambas costas por zona de islas y en el cruce del cauce “demandaría un sólo terraplén y varios aliviadores”, para no detener el flujo del agua, aún en caso de inundaciones.
“En el Rosario-Victoria hay un 20% de aliviadores en su trayecto y sólo afecta un valle aluvional en cinco centímetros de altura, en sólo cinco centímetros. En la ruta nacional 168, hay nueve aliviadores. Y en el caso del puente, los aliviadores se extenderían hasta un 35% o 40% del trayecto total”, explicó el funcionario.
De todos modos, remarcó que “hay aún mucho tiempo para que todos los colegios profesionales e instituciones vayan conociendo los detalles de la obra”, pero aclaró que si habría un riesgo hídrico, obviamente no existiría ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que está incluido en el proyecto.
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