La apertura de un canal para permitir la salida al mar de las aguas negras contenidas en un lago formado en un área de manglar, en el corregimiento de San Carlos cabecera, es investigada por el departamento de Saneamiento Ambiental del Ministerio de Salud (Minsa).
La zanja en el área fue la solución adoptada por el representante de este corregimiento, Rubén Muñoz, luego que el pasado viernes se rompiera el sistema de alcantarillado de aguas negras.
Ayer en la mañana, personal de Saneamiento Ambiental del centro de salud de San Carlos cabecera levantó un informe sobre la situación, el cual fue remitido a la dirección regional de Salud, a cargo de Eric López.
A su vez, el edil Rubén Muñoz insistió en que se deben colocar letreros de advertencia en el lugar, para que las personas no entren a coger camarones o a pescar con trasmallo, ya que es un área contaminada.
Las personas van a pescar en horas de la noche y después venden estos productos en el distrito de Chame y en San Carlos, a sabiendas de que están contaminados.
Según Muñoz, no menos de 20 personas, lámpara en mano, se dedican a coger camarones y a pescar en este sitio. Más de una vez han sido desalojadas por agentes de la Policía Nacional y de la corregiduría del área.
Esta problemática es de conocimiento del Minsa, a quien la corregiduría de San Carlos le ha remitido notas.
Armando Peralta, administrador regional de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) en Panamá oeste, dijo no tener información sobre este hecho, por lo que enviaría inspectores de la institución al área.
Muy cerca del lugar en donde se están vertiendo las aguas negras está el Club de Playa San Carlos, y es el sitio de trabajo de pescadores artesanales; además de ser un área turística.
El sistema de alcantarillado de aguas negras en el corregimiento de San Carlos cabecera se rompió el pasado viernes, debido a una obstrucción de las tuberías en el punto donde son vertidas las aguas al mar. Las aguas residuales de comercios y residencias que están conectadas al alcantarillado sanitario, son vertidas a un manglar próximo a la playa La Ensenada y en donde se forma un lago de gran tamaño.
El representante Muñoz contrató una pala mecánica para abrir en la arena un canal de cinco metros de ancho, para que las aguas negras desembocaran en el mar.
Al momento del derrame de las aguas negras al mar, Muñoz dijo ser consciente del daño que se causa al verter al mar las aguas negras, máxime cuando se trata de una playa a la cual asisten muchos turistas.
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