El Estado provincial y la empresa Absa (del Estado bonaerense) deberán asegurar en un plazo no mayor a tres meses la provisión de agua en la ciudad bonaerense de Carlos Casares sin arsénico ni nitratos y con los parámetros de calidad establecidos por el Código Alimentario Nacional. Así lo establece un fallo dictado por la Justicia en lo Contencioso Administrativo, que hizo lugar a un recurso de amparo presentado por vecinos de esa ciudad por el suministro de "agua contaminada".
La resolución fue dictada por el Juzgado Contencioso Administrativo nº 1 de Trenque Lauquen el 7 de este mes aunque trascendió ahora, y resuelve favorablemente un amparo promovido por vecinos de la ciudad de Carlos Casares, ordenando al Estado provincial y a Absa ajustar en un plazo perentorio de 90 días corridos a partir de la sentencia los parámetros de calidad del agua de esa ciudad.
En particular, sostiene la resolución, la empresa deberá atender los límites máximos establecidos por la nora nacional con respecto al contenido de nitratos (0,05 miligramos por litro) y de aluminio (0,20 mg/l). Además, se ordena a la empresa presentar en el plazo de tres meses un programa planificado para adecuar los niveles de arsénico a lo establecido por el Código Alimentario Nacional (no más de 0,01 miligramo por litro de agua).
El fallo de la Justicia se enmarca en los numerosos reclamos que vienen realizando por la calidad del agua los vecinos de Carlos Casares, una ciudad ubicada en el noroeste de la Provincia, donde se registran históricos niveles de contaminación por arsénico y nitratos en el agua.
OBRAS DE ABSA
Ayer, desde Absa reiteraron que, como ya se había informado, la empresa inaugurará "próximamente" la Planta de Abatimiento de Arsénico (PAA) en esa ciudad, que redundará en una "considerable mejora en el caudal de agua y una optimización en la estabilización de los niveles de potabilización dentro de la norma establecida".
"El funcionamiento a pleno de la PAA constituirá el paso más trascendental para la región desde que Absa tomó la concesión en los distritos de Casares, Pehuajó y Nueve de Julio en 2002, en procura de seguir bajando los niveles de arsénico en agua, algo que paulatinamente se ha ido logrando a través de distintas obras financiadas por el gobierno provincial", se indicó.
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