Cuando Dardo Rocha fundó la ciudad en 1882, los espacios verdes fueron contemplados junto a lagos artificiales con el objetivo de adornar y servir a la vez de espacios recreativos. (ver aparte).
A más de cien años de su creación, el estado de los lagos está lejos de parecerse al original: la mayoría están contaminados y varios han pasado por años de abandono y falta de mantenimiento.
“La verdad es que están contaminados”, dijo a Hoy, Leda Giannuzzi, directora del Taller de Aguas de la Universidad Nacional de La Plata. Al respecto, agregó que hace unos años atrás se llevó adelante un análisis y las aguas del lago del Bosque contenían algas y bacterias cianófitas.
“Al ser aguas con fines recreativos, no están habilitadas para el baño ni la pesca. El contacto genera efectos sobre la piel, como dermatitis”, precisó.
Cabe recordar que esas algas son las mismas que contaminan las aguas del Río de la Plata; y que también fueron detectadas por la UNLP. Esas algas son potenciales generadoras de toxinas que atacan al hígado y promotoras del cáncer.
Por su parte, Alberto Antonini, presidente del Foro Ciudadano de La Plata, expresó a este medio que “el mayor problema que vemos en el lago del Bosque son los sectores que tienen el agua estancada, entre otras cosas la falta de circulación provoca que haya más larvas de mosquitos”.
Al respecto agregó que por la vegetación “hay un sector que está bloqueado y falta una adecuada limpieza de las ramas caídas y un desagote adecuado”.
En tanto, sobre el lago del Parque Saavedra, indicó que el principal inconveniente es “la existencia de una especie de planta acuática que habita en el fondo; y la cantidad de botellas y desperdicios que se arrojan al lago”.
Acerca de las soluciones, Antonini aseguró que lo mejor “sería hacer un dragado, movilizar las aguas estancadas así se oxigenan. Además no se trata de aguas tan profundas. También habría que hacer un trabajo de recuperación integral, no sólo para el turismo sino para la salud de la población, porque muchos chicos juegan en los lagos”.
Por su parte, en diálogo con Hoy, Roberto Abrodos, investigador de la historia platense, sostuvo que respecto de los años fundacionales los espejos de agua “en la actualidad están un poco descuidados, más sucios y no atendidos. También las costumbres han cambiado. Antes no había qué tirar, no existían las botellas de plástico, entonces se ensuciaban menos”.
En tanto, Hoy también consultó al Municipio platense, desde donde se dijo que “no decimos que el lago no esté contaminado, sólo que no hay cifras al respecto o informes para que podamos aplicar alguna política”.
Pese a que hay un cartel en el lago del bosque que advierte sobre el agua contaminada, autoridades municipales reconocieron a Hoy que no está previsto ningún plan de tratamiento para paliar problemática. “No nos costa que haya estudios cientificos que acrediten la contaminación”, dijeron.
Construido por pacientes del Romero
En diálogo con Hoy, Roberto Abrodos, investigador de la historia platense, contó que el lago del Bosque se inauguró el domingo 11 de diciembre de 1904. El objetivo era el entretenimiento. En principio la superficie líquida era de 5 a 6 mil metros cuadrados, después se amplió. “Como el agua no permanecía, por la natural filtración del suelo, se resolvió tapizarlo íntegramente con barro arcilloso del bañado que había hacia la costa, apenas transpuesta la barranca de la calle 122 y 60”, precisó. La mano de obra la brindaron los pacientes del neuropsiquiátrico Alejandro Korn de Melchor Romero, dirigidos por el ingeniero Nazario Robert.
Una curiosidad: en 1964 el lago fue vaciado porque se buscaba por orden judicial el arma con la cual se había cometido un homicidio, quedando a la vista botellas rotas y latas oxidadas. Finalmente no se encontró lo que se buscaba.
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