Los problemas que genera el desborde del Arroyo Galíndez son un reclamo constante por parte de los vecinos agrupados en “Basta de Inundaciones” y ayer pudieron asistir al recorrido del cauca por parte de profesionales enviados por la Municipalidad de Lomas de Zamora, con el fin de determinar si hay algún tipo de obstrucción que provoque las inundaciones en el barrio.
Lo cierto es que desde la intersección de las calles Posadas y Acevedo algunos miembros de la agrupación asistieron a la recorrida del canal del Arroyo Galíndez, desde Lanús hasta Avellaneda, para ver dónde está la traba que genera las repetidas crecientes.
Uno de los integrantes de la agrupación, Andrés Guzzetti, manifestó a Info Región que “esta canal fue construido hace mucho tiempo, cuando era todo baldío y ahora no da abasto”. “Se ha cumplido una etapa, y esto es un paliativo, pero no la solución; la solución es hacer un nuevo canal”, apuntó.
De todos modos, rechazó que desde el Municipio cambien a los profesionales que realizan la inspección porque “es empezar de cero”. Es que, aparentemente, deben explicar una y otra vez el problema y no se registran avances en el tema. “Nos cambiaron tres veces los ingenieros del Municipio y La Plata, entonces tenemos que explicar todo el tiempo lo mismo. Esperemos que sigamos con este”, agregó.
En dialogo con este medio, el ingeniero Enrique Francisco Petris, enviado de La Plata, sostuvo que “se hizo difícil levantar las tapas”. En alguna de ellas, como la de Posadas y Roma, había sido obstaculizada con la construcción de un cordón.
El recorrido se concretó desde las 9 y hasta las 14.15. Se llevó adelante en siete puntos diferentes y se buscó abrir cada una de las bocas de tormenta para detectar el problema.
En dos de ellas lo lograron. Una fue en la cuarta parada, en las calles Roma y Malvinas, donde pudieron constatar que ese pasaje estaba limpio. La novedad llegó con la bajada en la sexta boca, en Malvinas y Alvarado. Tras el descenso a la celda, notaron que se puede pasar a otro conducto paralelo, el cual presenta un sedimento de entre 30 y 40 centímetros que impide que el agua corra correctamente.
“Lo lógico es que las tapas se puedan levantar, cuando se hace la obra hay que dejar lugar para poder ingresar, tener algún acceso”, advirtió Petris antes de ingresar al canal. Frente a los inconvenientes registrados durante la recorrida, se comprometieron a acudir durante la semana “con un equipo especial para levantar las tapas que no pudieron ser removidas”, para ver el lugar de unión entre los dos canales, donde supuestamente está el inconveniente.
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