Durante los festejos por las fiestas patrias del vecino país realizados ayer en Plaza Murillo, el embajador de la República del Perú, Manuel Rodríguez, destacó el mejoramiento de relaciones con Bolivia y respaldó la demanda marítima nacional ratificando que “Perú no será un obstáculo para Bolivia”.
El embajador Manuel Rodríguez, luego de la Parada Militar desarrollada en Plaza Murillo y donde participaron autoridades oficiales y diplomáticos de la región en conmemoración de un nuevo aniversario de la hermana República del Perú, reafirmó la posición del propio presidente Alan García en torno a la demanda marítima boliviana que busca una salida soberana a las costas del Pacífico.
“Tenemos una relación renovada, tenemos intereses de carácter permanente y coyuntural en el ámbito económico, comercial, en el ámbito político y diplomático. El Perú otorga facilidades portuarias a Bolivia desde hace varias décadas, el presidente Alan García en reiteradas oportunidades ha señalado el respaldo del Perú a la demanda marítima boliviana y reafirmó que en ningún caso el Perú será un obstáculo para que se tienda una solución en ese sentido”, dijo Rodríguez.
NUEVO PROCESO
Sobre las relaciones diplomáticas entre ambos estados, que se fueron deteriorando durante el 2009 por el cruce de declaraciones entre los mandatarios Evo Morales y Alan García, debido a diferencias ideológicas y políticas, el embajador afirmó que ahora se vive un nuevo proceso de entendimiento entre los países hermanos.
“Las relaciones se encuentran en un curso de recuperación de la amistad y el entendimiento que siempre ha existido entre los dos países hermanos, tenemos una agenda sumamente rica y variada en el ámbito económico y comercial, tenemos éxitos bastante claros; el comercio entre Bolivia y Perú el año pasado ascendió a 600 millones de dólares con una balanza comercial bastante equilibrada, es un comercio de calidad”, señaló.
El Embajador destacó las cifras comerciales binacionales, “entre el año 2000 y 2009 las exportaciones de Bolivia al Perú han crecido 509 por ciento, las exportaciones del Perú a Bolivia son 93 por ciento manufactura; el Estado, el Gobierno peruano y los empresarios peruanos confían en la estabilidad que este proceso crea para las inversiones, y los inversionistas van a seguir invirtiendo en Bolivia, incrementando su participación para el desarrollo económico de Bolivia”.
En palabras protocolares durante el acto central que contó con la participación de los Colorados de Bolivia, el embajador de Perú dijo: “hace miles de años cuando el tiempo no existía y la historia se escribía oralmente en la tradición de la comunicación de los apus con los pueblos andinos, se inició una tradición oral que nos cuenta cómo se creó el hombre y las bases de las sociedades que más tarde formaron a Perú y Bolivia”.
CRISIS DIPLOMÁTICA
En junio de 2008, Bolivia y y Perú iniciaron una disputa, luego de que el presidente Evo Morales denunciara a al vecino país por la existencia de una base militar estadounidense en el territorio peruano, y llamara a ese pueblo para que "resistan y las expulsen de su territorio".
La afirmación causó malestar en Perú, generando la respuesta del titular del Congreso. Algunos parlamentarios como, Luis Gonzáles Posada, aseguraron que el Gobierno peruano debe reevaluar sus relaciones diplomáticas con Bolivia y agregó que "nadie tiene derecho a referirse permanentemente al Perú como lo viene haciendo el señor Evo Morales inclusive con alusiones inaceptables contra el presidente Alan García".
En ese entonces, el presidente de Perú, Alan García, afirmó que dicha acusación por parte del mandatario boliviano estaba basada en "mentiras, en manipulaciones".
Explicó que es un tema a denunciar internacionalmente, ya que el Perú es un país importante, soberano, grande en el mundo y que no debía permitirse que Morales, por el sólo hecho de ser Presidente, se tome esas libertades dentro del Perú. "Lo mejor que podría hacer es no meterse en la política peruana ni estar dividiendo a los peruanos -concluyó el mandatario peruano-, ya suficiente parece haber hecho en Bolivia como para venir a meterse aquí".
Para apaciguar el conflicto, el entonces vicecanciller de Bolivia, Hugo Fernández, intentó una disculpa afirmando que no pensaron que fuera una injerencia ni tampoco la intención de Morales inmiscuirse en asuntos internos del Perú, sino que los comentarios pretendían expresar la preocupación por la intención de Estados Unidos de instalar una base militar en alguno de los países vecinos. Incluso expresó el interés del gobierno de Bolivia por mejorar las relaciones con Perú si éstas habían sido deterioradas por un mal entendimiento. |
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