Río Negro venderá en forma anticipada parte de la energía que producirá Salto Andersen a lo largo de 10 años, para conseguir el dinero que hace falta para concluir esa central hidroeléctrica.
El Departamento Provincial de Aguas acordó ese esquema de financiamiento, avalado por la resolución N°220/06 de la Secretaría de Energía de la Nación, que le permitirá a Río Negro acceder a los 54 millones de pesos necesarios para finalizar los trabajos. El instrumento consiste en la venta anticipada a Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista de Electricidad) de un porcentaje de la energía que la central rionegrina producirá a partir de diciembre próximo. Esos fondos permitirán "los trabajos complementarios de interconexión y enlace de la red nacional", manifestó el titular del DPA, Horacio Collado a "Río Negro".
El costo de la puesta en marcha de Salto Andersen se incrementó notablemente, considerando los valores originales del proyecto y sus actualizaciones más los 54 millones del financiamiento de Cammesa. Collado aceptó que la obra "tendrá finalmente un costo de 125 a 130 millones de pesos".
El miércoles, el gobernador Miguel Saiz envió un proyecto a la Legislatura para lograr la autorización de un crédito de "hasta 54.158.101 pesos, a través del Estado nacional, organismos multilaterales u otra institución de préstamo". Además, se permitiría al DPA que garantice la devolución de esos créditos con las regalías hidroeléctricas que anualmente corresponden a Río Negro.
Collado manifestó que esa norma constituiría un resguardo –con esas regalías– porque el financiamiento acordado con Nación consiste en la cesión de energía a producir en los primeros 10 años de Salto Andersen.
Luego, el funcionario manifestó que la operación con Cammesa alcanza los 52 millones de dólares, es decir, unos 208 millones de pesos, a partir de costo del megavatios en 103 dólares, durante los 10 años. El financiamiento –insistió– requerido por Río Negro será de 54 millones de pesos, destacando que la provincia no entrega la totalidad de su generación. En realidad, el pago representa un cuarto de la producción.
Collado expresó que este esquema de financiamiento es habitual, explicando que el costo fijo del megavatio en 103 dólares se fija en la Secretaría de Energía. Admitió que "el valor establecido se modifica entre operaciones, considerando distintas variables. El financiamiento para Chihuido se acordó en 126 dólares", afirmó el titular del DPA.
La central hidroeléctrica de Salto Andersen aportará a la provisión de energía en la región de Río Colorado, como "alternativa de suministro de la actual línea de 132 kV". Los técnicos afirman que "la calidad del servicio tendrá una mejora sustancial al eliminarse prácticamente los cortes y las oscilaciones de la red", que hoy conforma un serio problema en esa localidad.
Concluida la central, un viejo proyecto se habrá concretado. La iniciativa data de 1950 y fue proyectada por Agua y Energía como obra de desarrollo e integración regional.
Casi seis veces más que el costo original
Los desembolsos en Salto Andersen actualmente "estarán en 80 millones" y la inversión total "llegará a 125 o 130 millones", estimó el presidente del DPA, Horacio Collado.
En el 2006, la cotización oficial del proyecto de la central no llegaba a los 22 millones, derivando en un fuerte cuestionamiento porque la adjudicación se otorgó a la empresa española Isolux Corsán en 50,8 millones (unos 42 millones de la oferta más el IVA). Ese proceso fue discutido, con denuncias incluidas.
Las críticas se concentraron en que el monto original era de 21.859.000 pesos y, finalmente, fue adjudicado por más del doble. Esa cotización gubernamental determinó la deserción de dos empresas, Impsa y Cartellones SA, dejando solamente la participación de Isolux Corsán.
Ayer Collado manifestó que las distintas actualizaciones determinaron un costo de unos 80 millones y entendió que el valor definitivo estará ubicado entre los 125 y los 130 millones.
El proyecto fue financiado originalmente con recursos del Fondo Fiduciario y, luego, se sumaron los ingresos que recibe el DPA por el Fondo Hídrico y, también, otras transferencias del Estado nacional.
Entre los aportes, en el 2008, la Nación asignó un préstamo del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional. El acuerdo estableció una asignación de 40.646.009 millones, discriminado en 40 millones para "la construcción de la obra" y el monto restante para el "pago de auditoría y administración de instrumentos financieros". El plazo de financiamiento fue de 10 años desde el primer desembolso, con un año de gracia para la amortización de capital.
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