El Gobierno nacional intentará calmar el profundo malestar que generó ayer entre los ambientalistas de Gualeguaychú el acuerdo sellado el miércoles entre la Argentina y Uruguay para el monitoreo ambiental del río Uruguay y de las plantas y centros urbanos ubicados sobre ambas márgenes, incluida la cuestionada pastera de UPM (ex Botnia).
«Con mucho gusto me reúno con los asambleístas para explicarles el acuerdo que finaliza el conflicto de Botnia. Hasta ahora no han llamado», aseguró ayer el canciller Héctor Timerman a través de la red social Twitter.
El jefe de la diplomacia nacional se expresó de esta forma luego de que los asambleístas decidieron la noche del miércoles solicitar un urgente encuentro con Timerman para recibir una explicación sobre la letra chica de un entendimiento bilateral que no los deja conformes.
En rigor, hoy habrá una avanzada en esta materia, a partir de un encuentro definido antes de la rúbrica del acuerdo entre Cristina de Kirchner y José Mujica. Será de la mano de una reunión que mantendrán los abogados de la Asamblea Ambiental con la asesora legal de la Cancillería, Susana Ruiz Cerruti, a quien también le pedirán que acelere una nueva cumbre con el ministro de Relaciones Exteriores.
Los ambientalistas cuestionan el hecho de que el entendimiento con Uruguay no incluye un monitoreo en tiempo real de la pastera, y en cambio define sólo hasta 12 ingresos al año de la comisión de cuatro científicos -dos argentinos y dos uruguayos-, que será creada dentro de los próximos 30 días. También critican que los criterios para tomar y evaluar las muestras serán los de la Dirección Nacional de Medio Ambiente uruguaya.
Pese al malestar, ayer los vecinos ratificaron que respetarán la tregua de 60 días que mantiene libre el paso fronterizo a Uruguay desde el pasado 19 de junio. Pero muchos ambientalistas ya insisten en que si este acuerdo se mantiene tal cual fue rubricado volverán a cortar la Ruta 136, probablemente bajo el formato de piquetes temporarios.
En rigor, para tomar una decisión -aseguran- será central la información que recibirán de parte de Timerman en la audiencia que ayer les prometió de manera pública el canciller.
Embajada de Finlandia
Ayer, la Asamblea exteriorizó este malestar en el marco de una protesta que desplegaron frente a la sede de la Embajada de Finlandia en Buenos Aires. En una proclama, los vecinos de Gualeguaychú apuntaron a ese Estado «como causante y responsable principal de la crisis generada por su país» entre la Argentina y Uruguay, «dos países hermanos».
En este marco, para Mujica el conflicto entre la Argentina y Uruguay pasó «al telón de los recuerdos», mientras el vicepresidente uruguayo, Danilo Astori, calificó ayer de «altamente positivo» el acuerdo entre la Argentina y Uruguay. «Esta instancia abre una etapa constructiva de las relaciones entre ambas naciones», sostuvo.
Por su parte, el senador nacional Guillermo Guastavino (FPV-Entre Ríos) estimó ayer que los científicos argentinos que integrarán el equipo técnico que controlará a la pastera Botnia «serán seguramente los que vienen trabajando en este tema».
En esa línea, recalcó que son los que «han hecho toda la fundamentación y la argumentación extensa, profunda y muy buena ante la Corte Internacional de La Haya», acerca de los niveles de contaminación en el río Uruguay.
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