La decisión fue meditada pero había que dar el gran paso. Ahora, a cinco meses de la puesta en marcha de una máquina de origen asiático que compró en Taiwán, César Bergamini, titular de Industria Plástica Bergamini (IPB) de Recreo Sur se siente tranquilo.
Es que tras superar no pocos escollos para la puesta a punto de la flamante máquina que demandó una inversión de 200 mil dólares se abre un panorama promisorio y confiesa a El Litoral que “se llegó a este momento de hacer un trabajo que no tenga demasiada competencia y de mucho consumo como lo es la cinta de riego por goteo, producto que es de gran uso en el país aunque hasta ahora el mercado estaba medianamente abastecido por las importadas, salvo ésta -de Recreo Sur- no hay ninguna máquina que la fabrique en la Argentina”.
Si bien admite que el cambio de hábitos por parte del cliente se produce en forma lenta, asegura que “los productores que la utilizan están muy conformes. Realmente le está dando mejores resultados que las importadas y a un mejor costo pero hay que imponerla, la gente la tiene que probar, conocerla”, explicó.
Todo se inició hace 5 meses con las pruebas experimentales en La Plata, Salta, Corrientes y la zona adyacente a Santa Fe, las que tuvieron un saldo satisfactorio para una modalidad que va en creciente aumento y que se adapta a los diversos tipos de cultivo como nogales, hortalizas, frutilla, arándanos y maíz, inclusive.
Bergamini aporta un dato no menor: “El 60% viene con goteros cada 10 cm pero depende de la plantación, por ejemplo el arándano, que es una planta que se pone cada 80 ó 90 cm los emplea más distanciados pero hay usuarios que porque no consiguen a 10 cm la ponen cada 20, a veces cuesta revertir esa tendencia que se hace costumbre”, explica con seguridad.
“Yo empecé con mi hermano en el año 1973 hasta 1994 que formamos una sociedad, después tomamos caminos diferentes aunque él siguió en otro rubro de los plásticos y nos separamos. Fue desde entonces y hasta hora que estoy como único titular de Industria Plástica Bergamini (IPB), trabajando en la elaboración de bolsas y films de polietileno para el agro y la industria”.
Este joven emprendedor que “se la jugó” considera que la incorporación de tecnología a su fábrica no constituye para nada un cambio de perfil en su producción porque “seguimos dentro del rubro plástico” y como cada gota que se desprende de manera uniforme por el suelo y llega a las raíces para consolidar el crecimiento de los cultivos así busca fortalecer al nuevo producto que pugna por ganar su lugar en el competitivo mercado argentino donde pugna por imponerse a cintas de Estados Unidos, Italia, España y Brasil, entre otras.
“Es la mejor”
Luego de un tiempo razonable de ajuste, César Bergamini, considera con orgullo que la cinta para riego que elabora “es la mejor” porque permite ahorrar agua y fertilizantes, además de poseer resistencia y versatilidad. “Es económica y duradera con una aplicación uniforme del 99.2%, siendo aplicable a gran diversidad de cultivos”.
En ese sentido, considera que “es fácil de almacenar -ocupa un mínimo espacio- y transportar -de contextura liviana- con un simple mantenimiento al igual que su armado y desarmado, manualmente y con tractor. Posee también una resistencia térmica ya que las temperaturas extremas en verano llegan al punto de derretir ciertos plásticos. Los tubos fueron diseñados teniendo en cuenta este factor térmico que resiste también el calor del agua”, detalló Bergamini a El Litoral.
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