El dique Los Caracoles cumple un año desde que genera oficialmente energía eléctrica y la aporta al sistema interconectado nacional. Pero el balance hasta el momento no ha sido del todo bueno: de los 700 GW/h que se había estimado que aporte, sólo cumplió con 280 GW/h, es decir que generó sólo un 40% del total y esto ocurrió porque prácticamente en este año el dique no embalsó. Esa es energía que la presa dejó de inyectar al sistema y se calcula que representa una pérdida de U$S 13 millones. En el Departamento de Hidráulica estimaron que "va a ser muy difícil'' que en la temporada que viene embalse, aunque en Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE) consideran prudente esperar por lo menos hasta septiembre para saber si ello sucede.
"Nos acordemos que hemos tenido un verano muy pobre en agua, donde no hubo restricciones para el Valle y eso hizo que Caracoles bajara 10 metros en poco tiempo y también bajara Ullum. Con esto quiero decir que fue un año pobre en agua pero la distribución totalmente normal. El paso del agua por las turbinas genera energía y si esa agua es escasa, la generación disminuye también'', explicó el titular del EPSE, Francisco Alcoba.
En la práctica, la baja generación de energía en Los Caracoles por la poca agua que acumuló en su embalse no necesariamente pone en peligro al sistema eléctrico, porque esta presa lo que hace es aportar al sistema interconectado nacional. Es decir que lo que no aporta este dique lo hace otro, pero sí es verdad que la energía no inyectada genera un perjuicio económico. Según estimó Alcoba, de los U$S 20 millones que en este último año debió aportar en energía generada el dique Los Caracoles, al menos U$S 13 millones se perdieron por la disminución del embalse.
La parte electromecánica de la presa cuenta con dos turbinas -tipo Francis de 62,6 MW cada una- que son las encargadas de producir electricidad, pero en esta coyuntura funciona una u otra y rara vez lo están haciendo las dos. "Al haber poca columna de agua no se le está dando el uso más eficiente a los equipos, porque no trabajan al máximo de la potencia. Hay una subocupación de la capacidad de los equipos, pero si el nivel sigue bajando no se va a poder generar'', apuntó Alcoba.
Si bien los embalses provinciales tienen como prioridad número uno ser reservorios de agua y que la generación de energía pasa a un segundo plano, al mismo tiempo el Gobierno provincial repitió una y otra vez que cuando se sume el dique Punta Negra, San Juan tendría la capacidad de autoabastecerse de electricidad, tema que se podría ver trastocado si la cantidad de agua que lleven los cauces provinciales no alcancen para embalsar, como ocurre ahora.
Los pronósticos hídricos para el próximo verano no son buenos hasta el momento y sólo una gran acumulación de nieve en el mes de agosto podría cambiar el panorama, que es al menos preocupante teniendo en cuenta que es escasa la precipitación nívea que se dio entre mayo y julio. "Si el derrame (el agua que se derrite y va a los cauces) no es bueno se va a complicar la distribución de agua en el verano. En octubre cuando tengamos el pronóstico hídrico sabremos donde estamos parados'', explicó Jorge Millón, secretario de Recursos Hídricos a cargo de Hidráulica.
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