El nevado Tuni Condoriri desaparecerá y causará severas consecuencias a las ciudades de La Paz y El Alto con la falta de agua y energía eléctrica, según un artículo publicado en la revista especializada “Reporte Energía”
El artículo se basa en los estudios realizados por la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) y la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), que afirman que el Tuni Condoriri situado a 70 kilómetros del departamento de La Paz, corre riesgo de desaparecer tal como sucedió con el nevado Chacaltaya que habría sido pronosticado por Lidema.
En ese marco, se teme la desaparición del nevado Condoriri el año 2025 por los estudios realizados conjuntamente entre Lidema y la UMSA, que develan el deshielo de la cuenca Tuni Condoriri y su impacto sobre los recursos hídricos de las ciudades de La Paz y El Alto.
Ambas instancias alertaron que desde el año 2009 La Paz y El Alto comenzarían a sentir escasez de agua y a futuro también de energía eléctrica y de seguridad alimentaria, a causa del deshielo de los glaciares del nevado.
La cuenca Condoriri es la principal fuente hídrica y su deshielo ha sido reversible por el fenómeno del calentamiento global. “Los glaciares no podrán recuperarse por lo que a partir del 2009 las dos ciudades comenzarán a sentir escasez de agua si no se trabaja de inmediato en proyectos de mitigación”, advirtió el año 2007 el director de la investigación, Edson Ramírez.
El coordinador nacional de la Liga de Defensa del Medioambiente, Edwin Alvarado afirma que en tierras altas, como en el caso de La Paz, el mayor problema que se presenta con el agua es su escasez, circunstancia por la que se prevé que su acceso será más complicado en el futuro, siendo otro de los factores la vulnerabilidad de la zona al cambio climático, lo que ocasiona la pérdida de sus glaciares.
“Todo tiene que ver con la vulnerabilidad climática, pero también con la carencia de una adecuada planificación para la buena administración de los recursos hídricos, hace dos años se debería haber tomado el tema con responsabilidad teniendo en cuenta lo sucedido con el nevado Chacaltaya”, declaró Alvarado.
Esta investigación refleja que el 80 por ciento de agua que consume El Alto con más de un millón de habitantes, proviene del deshielo del nevado Condoriri, el mismo que puede verse afectado por la pérdida de sus glaciares.
Según Alvarado, el 25 por ciento del agua que almacena la represa Tuni Condoriri proviene del nevado del mismo nombre y el restante 75 por ciento de precipitaciones pluviales, teniendo en cuenta que la preocupación es aún mayor puesto que su uso es destinado exclusivamente para el consumo humano.
Un aspecto reprochable a las autoridades correspondientes por parte de Lidema, es que hace 19 años deberían prever que la ciudad de El Alto con un crecimiento demográfico de 5,1 por ciento anual, duplicaría su población, aumentando de tal forma su demanda de agua considerablemente, ya que no se hizo hasta el momento represas ni nuevas captaciones de agua subterráneas y superficiales.
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