El agua potable regresó a varias comunidades de Desamparados tras cinco días sin servicio, pero el líquido será escaso durante el plazo que tarde AyA en reparar una fuga ubicada en San Juan de Dios.
Dora Acuña, subgerente de Sistemas de la Gran Área Metropolitana de Acueductos y Alcantarillados (AyA), confirmó que los 15.000 afectados tienen líquido gracias a otras fuentes de abastecimiento, como Puente de Mulas (Belén) y el tanque de La Pelota, en San Juan de Dios de Desamparados.
Incluso, en zonas altas como Itaipú ayer ya estaba llegando líquido mediante el sistema de bombeo, sostuvo la funcionaria.
Sin embargo, como el abastecimiento depende de fuentes alternas, es posible que el líquido no sea suficiente para abastecer a toda la población simultáneamente, de acuerdo con lo dicho por Maritza Alvarado, directora de comunicaciones de AyA.
El problema se resolvería en un plazo de entre ocho y 15 días, cuando las cuadrillas de Acueductos logren sellar una fuga detectada en una tubería de hierro de 250 milímetros enterrada en el lecho del río Cañas, a 100 metros de la sede de la Cruz Roja de San Juan de Dios.
Según Acuña, se trata de una tubería instalada en el sitio hace 40 años, aproximadamente.
Mientras tanto, AyA garantiza que habrá agua desde las 10 p. m. hasta las 9 o las 11 a. m.
“En el resto del tiempo podría ocurrir que les llegue muy poquito líquido o del todo no les llegue nada”, reconoció Maritza Alvarado.
Afectados se quejan. Los 15.000 afectados viven en comunidades ubicadas en los distritos de San Rafael Arriba y San Juan de Dios de Desamparados. Ellos comenzaron a sufrir el faltante del líquido desde el martes pasado, cuando hubo una merma en el caudal que llegaba a las tuberías de distribución.
Desde entonces se abastecieron con el agua que AyA repartió en camiones cisterna. Sin embargo, los usuarios reclaman por poca atención y escasa información.
“Durante estos cinco días me bañé como un zancudo, a puro charquito, porque no había suficiente agua y el cisterna no llegaba a todas las comunidades”, se quejó Ricardo Cordero Navarrete, vecino de San Rafael Arriba.
Según este usuario, cuando intentaba obtener información en los teléfonos de AyA, las personas que atendían no le ofrecían respuestas sobre el problema.
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