El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha declarado hoy el estado de emergencia en siete regiones del centro de la parte europea de Rusia debido a los graves incendios forestales, que en los últimos días se han cobrado ya la vida de 34 personas. Además, se limita el acceso de los ciudadanos y se restringen las actividades económicas en las zonas más castigadas por los incendios forestales, que han arrasado ya más de medio millón de hectáreas en todo el país.
El decreto afecta a las regiones de Moscú, Vladímir, Vorónezh, Riazán, Nizhni Nóvgorod y a las repúblicas de Mari-El y Mordovia, ha informado el Kremlin en un comunicado.
Medvédev insta a las autoridades regionales a movilizar a la ciudadanía y a los miembros de organizaciones sociales para frenar el avance del fuego. A su vez, ordena por decreto el empleo de efectivos de las Fuerzas Armadas para ayudar al personal del ministerio de Situaciones de Emergencia, principal encargado de la lucha contra los incendios.
El anuncio del decreto presidencial coincide con una reunión extraordnaria del primer ministro, Vladímir Putin, con los gobernadores de las 14 regiones más afectadas por los incendios, que han cogido desprevenidas a las autoridades.
Los incendios, provocados por la ola de calor más abrasadora que se recuerda en la parte europea de Rusia, donde no llueve desde hace varias semanas, ha arrasado varios pueblos enteros y causado 6.500 millones de rublos en pérdidas económicas (165 millones de euros).
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