El panorama que se vive en la escuela Nº 69, a ocho cuadras de la estación de Laferrere, demuestra una situación crítica para 62 adultos y 108 niños que debieron abandonar su hogar ante la inundación.
Mujeres embarazadas, niños y familias enteras se hallan en colchones dispuestos en el patio cubierto de la institución educativa de Aventura Bosch y Victor Hugo, en el barrio Luján, donde, ante la emergencia de la crecida del río, se tuvo que improvisar un centro de evacuados.
“Con el esfuerzo de toda la gente, nos trasladamos con los carros y los caballos para poder llegar al colegio”, narró Liliana Libramento a El1 Digital, una de las mujeres que se trasladó con sus cuatro hijos, su nuera puérpera y su pequeño nieto de una semana de vida.
La mujer que acompañó la evacuación de los vecinos relató que “el colegio no estaba habilitado como centro de evacuados, pero a pesar de todo, y con la ayuda de la directora, conseguimos poder refugiarnos acá”. “Le debemos un agradecimiento muy grande a la institución”, retribuyó.
Testimonio de los que perdieron todo
Libramento describió que la subida del río “fue muy rápida y no tuvimos tiempo de sacar casi nada”, y mencionó un terrible episodio de una mamá que por la desesperación se calló al agua con su bebé, pero "afortunadamente pudo ser rescatada".
Por su parte, otra vecina damnificada, Ana López, compartió su contundente relato: “Nos sorprendió a todos durmiendo, justo ya estaba despierta y alcancé a despertar a los chicos y subirlos al techo de chapa hasta que salió el sol; después, los subí al carro para trasladarnos”. “Recién en el colegio pudimos cambiarnos y secarnos un poco: los chicos estaban helados de frío”, detalló.
Volver al hogar
Interpelada sobre el tiempo que estiman perdurará la crecida del ruido, Libramento vaticinó que, por la cantidad de agua que afectó a la zona, permanecerían evacuados al menos por una semana.
“El regreso a casa es desolador, te encontrás con todo destruido y es volver a empezar de cero”, refirió López al respecto, y agregó: “Yo soy carrera, y ahora con el frío cuesta mucho poder trabajar, y para las criaturas es terrible y si alguien no te da una mano, es imposible”.
Asimismo, expuso que los vecinos se reunirán en petitorio de una solución “para todos por igual”. De esta forma, explicó: “Pedimos una solución para todos por igual, queremos tierra para rellenar los pozos, para que las casas sean un poco más altas para que el agua no la alcance”.
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