El canciller Héctor Timerman sostuvo que los asambleístas de Gualeguaychú “tienen que entender” que el acuerdo firmado por los gobiernos de Argentina y Uruguay “es un adelanto en política ambiental” que permitirá resolver definitivamente el conflicto por Botnia. Timerman recibirá a los asambleístas mañana, luego de que le pidieran un encuentro para conocer detalles del acuerdo que, en principio, no los conformó para nada. Los asambleístas querían que el monitoreo a la papelera fuera permanente y el documento firmado por Cristina Kirchner y José Mujica establece que se harán doce inspecciones por año. Además, los detalles del monitoreo y la forma en que dispondrán los sensores automáticos en el río Uruguay aún debe ser discutido entre los técnicos de ambos países.
Timerman ya recibió a una delegación de Gualeguaychú el mes pasado, apenas asumió, cuando los puso al tanto de la marcha de las negociaciones por el monitoreo. El asambleísta José Pouler, uno de los que participó de aquel encuentro, salió a decir ayer que en la reunión “hubo ciertas promesas de parte del canciller que en este acuerdo no se ven plasmadas”.
Según se resolvió en la última asamblea, los asistentes al encuentro de mañana con el canciller serán Raúl Almeida, Martín Alazard, Carlos Goldaracena, Osvaldo Fernández, Luis Leissa, Jorge Fritzler, Cristina Limba, Roberto Marchesini, Juan Veronesi y Oscar Bargas.
En declaraciones desde San Juan, donde ayer encabezó la reunión del Consejo del Mercado Común que nuclea a cancilleres y ministros del Mercosur, Timerman aseguró que “los asambleístas tienen que entender que el acuerdo es un adelanto en política ambiental”. “Me pareció entender que la gente de Gualeguaychú y los mandatarios buscaban cómo preservar el medio ambiente en el río Uruguay y eso es lo que se ha logrado”, indicó.
El ministro puntualizó también que “los dos países van a comprometerse a hacer públicos los resultados, acá se va a proteger al río Uruguay en ambas orillas y va a ser una orilla cuidada” y subrayó que “es un gran paso y hay que entender este acuerdo que se ha firmado como un gran adelanto en una política ambiental que seguramente se va reflejar en otros lugares y otras fronteras”.
En Cancillería interpretan como un avance la periodicidad con la que se permitirá que los científicos ingresen a la pastera en Fray Bentos, algo a lo que en principio las autoridades uruguayas se negaban porque lo consideraban un menoscabo a su soberanía. Además, explican en el Palacio San Martín, lo de las doce inspecciones es en tanto no se registre ninguna anormalidad: si se detecta contaminación, obviamente los científicos seguirán adentro hasta que se resuelva la cuestión. Timerman intentará convencer a los ambientalistas con argumentos como éste en el encuentro de mañana.
“Tenemos que cuidar el medio ambiente de los dos lados y éste es un gran acuerdo para Argentina, Uruguay y el medio ambiente”, resaltó ayer el canciller en la primera cumbre del Mercosur en siete años en las que las deliberaciones no se verán enturbiadas por el conflicto que mantenían Argentina y Uruguay |
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