El presidente ruso, Dmitri Medvedev, declaró el estado de emergencia en siete regiones del país, afectado por incendios forestales que causaron la muerte de al menos 34 personas en diferentes zonas.
En tanto, el humo que invade la capital del país hace cada vez más escasa la visibilidad, informaron fuentes oficiales. El ministerio de Emergencia reportó que las temperaturas altas, que en Rusia central se acercan a los 40 grados a la sombra, pueden prolongarse por lo menos otra semana.
El primer ministro Vladimir Putin se reunirá con los gobernadores de la zonas más afectadas, con quienes debatirá los nuevos planes para combatir los incendios.
Medvedev, por su parte, decretó el estado de emergencia en siete regiones, pidió a la población colaboración y dijo que "Rusia afronta siempre problemas que el país resistió y superó"."También ahora tenemos una prueba que afrontar y alcanzaremos a hacerlo trabajando en forma coordinada, consolidada y eficaz, con gran responsabilidad", sostuvo el mandatario.
El decreto de emergencia abarcó las regiones de Moscú, Vladimir, Voronesh, Nishni-Novgorod y Riazan", y las repúblicas de Mari El y Mordovia.
Por otra parte, dos niños murieron ahogados en las cercanías de la capital, en el pueblo de Lenkovo, mientras buscaban refrescarse por los incendios, que siguen extendiéndose pese al trabajo del ejército y los bomberos.
Las previsiones meteorológicas son preocupantes, ya que no sólo Moscú sino muchas otras ciudades de la Rusia central están amenazadas por nuevas destrucciones.
Asimismo, se registran incendios cerca de reactores nucleares, con alarmas por las posibles consecuencias: cientos de bomberos fueron alertados en la zona, pero los helicópteros y aviones no pueden intervenir por el humo.
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