La situación originada en Rusia por la actual ola de calor y los numerosos focos de incendios centran hoy una reunión extraordinaria en el Kremlin del presidente Dmitri Medvédev y el Consejo de Seguridad nacional.
Con la expansión de los incendios a 17 regiones de la federación y los colosales daños materiales y humanos reportados, Medvédev conminó a las estructuras gubernamentales pertinentes a proteger objetivos económicos, militares y las instalaciones importantes del país.
Las autoridades también encomendaron acelerar la entrega de la ayuda financiera a las familias damnificadas. De acuerdo con informes oficiales preliminares, la cifra de muertos por los siniestros ascendió en las últimas horas a 48, con más de mil 200 viviendas destruidas y un aérea bajo el fuego que supera las 500 mil hectáreas.
Prácticamente un tercio del territorio ruso continúa bajo el hostigamiento de los incendios forestales y los causados por la quema de la turba a consecuencia de las altas temperaturas, cercanas a 40 grados Celsius.
Unido a ello, persiste la concentración del humo y la niebla en la capital y la provincia de Moscú, lo cual ha incrementado los niveles de contaminación del aire y afecciones respiratorias.
La visibilidad en la vía al amanecer de este miércoles era de no más de 250 metros en las principales arterias moscovitas.
Actualmente 17 regiones se mantienen en régimen de situación extraordinaria, incluida Siberia, Chukotka y el Lejano Oriente ruso. Las provincias más dañadas por el fuego son Nizhny Novgorod, Voronezh, Vladimir, Riazan y Moscú; además de las repúblicas autónomas de Mordovia y Mari El.
Según el ministerio de Situación de Emergencia, el escenario es complejo, los daños se incrementan y aumenta el peligro sobre importantes objetivos estatales, militares y de defensa.
Hay objetivos que corren peligro y no podemos permitir un desenlace de tales acontecimientos, advirtió el presidente ruso a los jefes de organismos de seguridad y la defensa civil.
Los socorristas lograron ayer liquidar un incendio en los alrededores de la central nuclear de Sarov, en Nizhny Novgorod.
Mientras tanto, los meteorólogos pronostican más calor para el fin de semana con registros de hasta 40 grados Celsius de temperatura.
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