El kirchnerismo volvió a frenar la sanción de la ley que establece un presupuesto mínimo para la conservación y preservación de los glaciares. La Cámara de Diputados se dispuso ayer a continuar con la votación del articulado de la norma, que fue aprobada en general en la madrugada del 15 de julio, pero el oficialismo kirchnerista no asistió al recinto y la oposición, que tiene algunas fisuras en este tema, no logró sentar los 129 legisladores necesarios para comenzar la sesión.
Sólo 127 diputados estaban sentados en sus bancas cuando el presidente del bloque K, Agustín Rossi, le solicitó al presidente del cuerpo, Eduardo Fellner, que levante la sesión por falta de quórum. Una nueva pelea verbal se produjo entre la oposición y el kirchnerismo y también cortocircuitos entre los bloques no oficialistas, ya que no se sentaron en sus respectivas bancas siete diputados que habían comprometido su presencia: Laura Alonso y Christian Gribaudo (Pro), Nélida Belous (SI), Zulema Daher (Peronismo Federal), Ricardo Gil Lavedra (UCR), Carlos Heller (Encuentro Social) y Gerardo Milman (GEN).
Hasta las 13.30 el principal impulsor de la ley, el izquierdista Miguel Bonasso, junto al radical Ricardo Mansur y al peronista disidente Enrique Thomas, realizaron algunos retoques al articulado a pedido del senador kirchnerista Daniel Filmus. Filmus es el autor de la media sanción que dio la Cámara Alta el año pasado luego de que la presidenta Cristina Fernández vetara una norma similar a la que está en discusión y que fue propiciada por Bonasso.
El grueso del kirchnerismo se opone a una cuestión de fondo: la prohibición de la actividad minera no sólo en las áreas glaciares sino también en las periglaciares. Por eso ayer este sector, más aliados clave como los radicales de Catamarca, buscaron frenar la votación de los artículos 6 a 18, que estaba pendiente desde hace tres semanas.
Bonasso y Filmus tejieron un endeble acuerdo para poder darle sanción a todos los artículos, haciendo pequeñas modificaciones que, finalmente, no se discutieron en el recinto por falta de quórum.
El cambio más significativo es habilitar la posibilidad de instalar industrias en las zonas periglaciares que no estén expresamente prohibidas por la ley.
Bonasso lanzó duras acusaciones contra los legisladores que faltaron al recinto. “Están cobrando por algún lado. No cabe la menor duda. Barrick (Gold) mueve intereses grandísimos”, sostuvo y apuntó al Pro. Desde el otro sector, el sanjuanino Tomas defendió la movida de no dar quórum
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