La operación de la petrolera británica BP que logró tapar la fuga del pozo averiado en el golfo de México fue saludada en Estados Unidos, pero el gobierno alertó que el impacto de los más de 100 días de derrame podría durar "décadas".
BP anunció que la primera parte del operativo para sellar definitivamente al pozo averiado, comenzado el martes, alcanzó "el objetivo deseado". Esta primera fase, llamada "static kill", consistió en inyectar suficiente lodo para empujar el petróleo al fondo del pozo y dejarlo confinado.
"La larga batalla para detener la fuga y contener el crudo está finalmente llegando a su fin. Y estamos muy complacidos con ello", dijo el presidente Barack Obama sobre la operación para sellar el pozo con lodo y cemento.
No obstante, Obama precisó que los "esfuerzos de recuperación continuarán" pues hay que "revertir el daño que se ha hecho".
De hecho "seguimos preocupados por el impacto a largo plazo" del derrame, dijo Jane Lubchenco, titular de la Administración Nacional de asuntos Oceánicos y Atmosféricos (NOAA), en rueda de prensa en la Casa Blanca.
La flora y fauna submarinas se vieron afectadas por el derrame durante tres meses y sufrirán en términos de población los efectos de la contaminación durante "años y posiblemente décadas", agregó.
Sin embargo, la funcionaria se manifestó optimista sobre las consecuencias de la contaminación sobre los productos marinos destinados al consumo humano, subrayando que los organismos degradan naturalmente los hidrocarburos en algunas semanas.
Como sea, las autoridades estadounidenses seguirán realizando análisis en el largo plazo para asegurarse de la calidad de esos productos, dijo.
Pese a esa preocupación, el gobierno estadounidense mostró un abierto optimismo sobre el éxito del operativo de BP para sellar su pozo.
"Hemos alcanzado una condición en el pozo que nos permite tener una gran confianza en que no habrá fuga de crudo al ambiente", dijo el almirante Thad Allen, designado por el gobierno para supervisar las operaciones.
Más tarde fue anunciado que la fase del sellado con cemento comenzaría este jueves, luego de que el grupo BP recibiera la luz verde de las autoridades.
"Visto el éxito de la operación 'static kill' y los resultados positivos de las pruebas, autoricé a BP a sellar con cemento el pozo dañado", dijo Allen en un comunicado.
"Las operaciones de bombeo debería comenzar el jueves 5 de agosto", precisó el grupo petrolero británico en otro comunicado.
La operación va a consistir en inyectar cemento en el pozo para sellarlo de manera definitiva. Pero, precisó Allen, eso no exceptúa "en ningún caso" a BP de proceder asimismo a la "instalación de un pozo de auxilio".
De hecho, BP seguirá perforando para crear este segundo pozo, que permitirá sellar la parte inferior del pozo dañado, con lo cual quedaría definitivamente tapado.
El derrame de unos 4,9 millones de barriles (780 millones de litros) de crudo tras la explosión de una plataforma de BP en el golfo el 20 de abril, que dejó 11 muertos, causó la peor catástrofe ambiental en la historia estadounidense.
La marea negra afectó los ecosistemas y la economía local de cinco estados del sur de Estados Unidos: Alabama, Florida, Luisiana, Mississippi y Texas.
Además del anuncio del éxito de la operación, los residentes de esos estados también fueron informados por el gobierno federal de que cerca de 75% del crudo derramado logró ser eliminado de sus aguas, por evaporación, dispersión, quema o recolección.
De ser considerada culpable de negligencia, BP podría tener que pagar hasta 17.600 millones de dólares de multa. La firma también previó un fondo de 20.000 millones de dólares para indemnizar a particulares o empresas afectadas.
En este contexto, BP continúa con la venta de activos, al tiempo que reclama facturas impagas.
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