Seis comunidades de los corregimientos Guadalupe y El Coco, en el distrito de La Chorrera, aún dependen del suministro de agua potable por medio de carros cisterna contratados por el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan).
Según cifras del Idaan en Panamá oeste, un total de 250 mil galones de agua potable son distribuidos diariamente. Cada comunidad es abastecida dos días a la semana.
La Doradilla, Bello Horizonte y Loma de Guadalupe, en el corregimiento de Guadalupe, además de Sector Amaya, Bello Horizonte y el sector tres de Santa Librada son abastecidos con nueve carros cisterna.
El gerente administrativo regional de esta institución, Maximino Quintero, afirmó que la puesta en funcionamiento de la potabilizadora de Mendoza redujo de treinta a solo seis la cifra de comunidades dependientes de carros cisterna.
La lista se reducirá aún más, una vez culminen los trabajos de construcción de un tanque de reserva de agua en el corregimiento de Guadalupe, con capacidad para un millón de galones de agua, por parte de la empresa Copisa.
Este tanque, dijo Quintero, será abastecido con agua de la potabilizadora de Mendoza y suplirá del líquido a Bello Horizonte y Loma de Guadalupe.
En el resto de las comunidades el problema es que no están integradas a la red de distribución del Idaan, lo que requerirá de una inversión de parte de la institución.
Para Deyanira de Campos, residente en el sector tres de Santa Librada, depender de los cisternas es un problema, ya que no tienen una hora ni un día definido para distribuir el agua.
Los cisternas limitan la distribución de agua a dos tanques con capacidad de doce latas o doce tanques de cinco galones por familia.
“Los carros llegan a la hora que les da la gana”, de modo que las personas deben dejar los tanques en los patios a la espera de los carros.
Pero este no es el único problema, indica Bienvenido Sánchez, quien asegura que no se debe utilizar –sin antes hervir– el agua distribuida por los carros cisterna, debido a que presenta cierto grado de turbiedad, aparte de sedimentos.
Sánchez aseguró que en más de una ocasión los conductores de los camiones cisterna han dejado esperando a la población, alegando que regresarían a completar la ruta. Esta queja se ha puesto más de una vez al Idaan.
Planta La Mendoza
La promesa fue que el problema se arreglaría con la potabilizadora de Mendoza, insistió Sánchez, aunque los pobladores de Santa Librada “siguen padeciendo como Cristo en la cruz”.
Mientras que en otros puntos, como Los Guayabitos, en el corregimiento de Barrio Balboa, Nisla Sánchez aseguró que la situación ha mejorado desde hace unos meses, ya que el agua llega de forma permanente.
Agregó que gracias a Dios los cisternas son cosa del pasado, y no hay que estar cargando tanques o colocando mangueras para llevar el agua a casa.
La Chorrera es una de las ciudades más grandes de la provincia de Panamá, después de la capital, pero aún hay sectores en donde el agua potable no llega, y parece estar lejos de alcanzar ante la falta de redes de distribución que abastezcan de agua potable a las familias que residen en el área.
Según la Contraloría –basada en las proyecciones hechas con el censo de 2010–, en La Chorrera vivirían 164 mil 363 personas, más de la mitad en todo el sector de Panamá oeste.
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