La cifra de muertos por los intensos incendios forestales que azotan Rusia aumentó hoy a 50, según datos oficiales, aunque las organizaciones de ayuda consideran que son muchas más las víctimas de las llamas.
En todo el país, cientos de miles de efectivos siguen luchando contra el fuego, según reportó la agencia alemana DPA.
El centro de investigación atómica en Zarov, a unos 400 kilómetros al este de Moscú, sigue amenazado por las llamas.
En la noche del miércoles numerosos voluntarios evitaron el avance del fuego, dijo un experto del ministerio de protección civil citado por la agencia de noticias Interfax.
Entre tanto, los habitantes de la capital Moscú vuelven a respirar, al disiparse el humo procedente de los incendios alrededor de la metrópolis esta mañana.
La actividad en los tres aeropuertos internacionales de Moscú no se vio afectado, aseguró un portavoz aeroportuario.
El miércoles, el denso humo provocó retrasos durante horas. La canciller alemana, Angela Merkel, ofreció su ayuda en la lucha contra los incendios forestales al presidente ruso, Dmitri Medvédev, en un llamada telefónica en la noche del miércoles.
También Polonia expresó su apoyo e Italia envió dos aviones extintores especiales.
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