Los incendios forestales en varias zonas de Rusia siguen amenazando con liberar sustancias tóxicas en áreas de alta contaminación radioactiva, según las últimas informaciones de los bomberos.
Cerca al centro de investigación nuclear de Zarov, unos 400 kilómetros al este de Moscú, sigue habiendo dos focos, informaron las fuerzas rusas citadas por la agencia Interfax.
La situación, sin embargo, está bajo control, pese a que la densidad del humo dificulta los trabajos.
El ministro de Defensa Civil, Serguei Shoigu, advirtió que el fuego podría liberar sustancias radioactivas en los suelos de la región de Brjansk, cercana a Ucrania y Bielorrusia, informó la agencia DPA.
El área registra una fuerte radioactividad desde la catástrofe nuclear de Chernobyl en 1986, en suelo ucraniano.
Shoigu advirtió ayer que las llamas podrían liberar partículas radioactivas y llevarlas por aire a otras regiones.
"Algunos laboratorios están trabajando para supervisar la situación en el área de Brjansk a detalle, sobre todo en el sur, en la zona de Novosykovsk, que resultó muy contaminada tras la catástrofe de Chernobyl", dijo el ministro.
Varios ciudadanos de Brjansk expresaron su preocupación en Internet.
Brjansk, con más de 400.000 habitantes, está ubicada al suroeste de Moscú y a unos 300 kilómetros de Chernobyl. En la capital, por otro lado, varios soldados intentaban impedir que el fuego alcanzase algunos depósitos de municiones.
Los efectivos pusieron a buen resguardo misiles y otros proyectiles de artillería.
Moscú amaneció sumida en una nube de humo debido a los incendios en las inmediaciones de la capital y en el aeropuerto moscovita se registraron decenas de retrasos debido a la mala visión a una altura inferior a los 300 metros.
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