El Thomas Jefferson, barco de investigación de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU), ha informado sobre un inmenso corte en el fondo del océano, como una herida irregular de cientos de metros de longitud. Está a 16 kilómetros del epicentro de BP. Se han señalado otras nueva fisuras de hasta 48 kilómetros.
Lo más inquietante es que se calcula que los niveles de metano en el agua son casi un millón de veces más de lo normal.
Si la burbuja de metano (una burbuja que podría llegar a tener 32 kilómetros) estalla con fuerza titánica desde el lecho marino hacia el Golfo, todo barco, plataforma de perforación y estructura dentro de la región de la burbuja se hundirá inmediatamente. Todos los trabajadores, ingenieros, personal del Servicio de Guardacostas y biólogos marinos que participan en la operación de rescate morirán instantáneamente. Luego el fondo del océano colapsará, desplazando instantáneamente hasta 150.000 millones de metros cúbicos de agua o más y creando un elevado tsunami supersónico que aniquilará todo a lo largo de la costa y hasta bien adentro del interior. Como una explosión termonuclear, una ola atmosférica de alta presión podría preceder la ola marina arrasando todo a su paso antes de la llegada del agua.
Cuando llegue el estruendoso tsunami barrerá todo lo que quede. Algunos expertos medioambientales califican de "cóctel químico de venenos" lo que se derrama hacia la tierra, el mar y el aire desde la ruptura del lecho marino. Areas de zonas muertas privadas de oxígeno están expulsando especies de peces hacia aguas externas, matando el plancton y toda la pequeña vida marina que es el fundamento de la cadena alimentaria, y contaminando el aire con productos químicos cancerígenos y precipitaciones tóxicas.
Un informe de un observador de Carolina del Sur documenta residuos oleaginosos después de una reciente tormenta. Y antes de que se bajara completamente el bloqueo informativo, la EPA publicó datos de que los niveles de benceno en Nueva Orleans habían subido a 3.000 partes por mil millones. La mayoría de los expertos informados, sin embargo, están de acuerdo en que si ocurre el evento que cambiará el mundo, lo hará repentinamente y dentro de los próximos 6 meses.
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