Decenas de vuelos fueron retrasados y la preocupación por la salud pública crecía ayer en la capital rusa debido a la capa de humo persistente que recubría la ciudad, producto de los incendios forestales y el calor extremo.
En Domodedovo, al Sur de Moscú, el aeropuerto más afectado por la capa de humo de color ocre, decenas de vuelos fueron retrasados y apenas un puñado de aviones pudieron aterrizar.
"Estamos en el epicentro" del humo, declaró Elena Galanova, portavoz del aeropuerto, que subrayó que Domodedovo pidió a las aerolíneas, para los vuelos con destino a Moscú, pilotos capaces de volar con una visibilidad mínima.
En San Petersburgo, antigua capital imperial, varios barrios están envueltos en el humo. Este domingo, los niveles de monóxido de carbono en Moscú eran 3,1 veces superiores a la norma.
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