(ANSA) - El mal tiempo no da tregua en Pakistán, donde ya han muerto más de 1.500 personas por las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias, y que ya afectan a por lo menos 15 millones de personas, informaron las autoridades.
Al menos 10.000 personas fueron socorridas el domingo por el Ejército en la provincia central de Punjag, luego de el agua rompiera una serie de barreras colocadas por la defensa civil.
El primer ministro, Yousuf Raza Gilani, luego de haber visitado las áreas de desastre, dijo que el gobierno no puede manejar la emergencia y lanzó un nuevo llamado a la comunidad internacional.
"Millones de personas están sufriendo y se teme lo peor, dado que las lluvias continúan. Pido ayuda a la comunidad internacional, estamos haciendo todo lo posible", dijo Gilani a los periodistas.
Desde hace días, cientos de miles de personas que perdieron sus hogares están libradas a su suerte en los valles del noroeste y en la provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, donde las carreteras están bloqueadas por el derrumbe de varios puentes.
El domingo, el mal tiempo impidió el despegue de los helicópteros de rescate y volvió peligrosas las pocas rutas aún abiertas. Once personas murieron el sábado cuando un camión con refugiados cayó en un barranco en la región de Dir Inferior.
A raíz de las previsiones meteorológicas pesimistas, se declaró la máxima alerta en la provincia meridional de Sind, donde los ríos ya están en su máximo caudal. En ocho distritos se declaró la emergencia.
Pueblos enteros fueron evacuados y las personas trasladadas a escuelas y edificios públicos.
Las barreras levantadas a lo largo de la cuenca del río Indo, eje de la producción agrícola paquistaní, continúan cediendo por la enorme presión del agua que baja desde el norte.
La maquinaria de las ayudas internacionales se puso en movimiento y los principales aliados de Pakistán, como Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y China, ya prometieron importantes sumas para enfrentar la catástrofe.
Entre tanto, el presidente Asif Ali Zardari, que realiza estos días una gira europea por París y Londres, sufrió el sábado un acto de repudio en un encuentro con exponentes del Partido Popular Paquistaní (PPP) en la capital británica.
Según los periodistas que acompañaban al presidente, mientras Zardari pronunciaba un discurso, un hombre intentó golpearlo arrojándole un zapato -una ofensa grave en la tradición musulmana árabe- pero fue detenido a tiempo por la seguridad.
El portavoz del presidente, Farhatullah Babar, admitió que Zardari fue criticado en la reunión, pero rechazó que alguien haya intentado arrojarle un zapato.
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