En la Universidad Nacional del Comahue, un grupo de geógrafos está investigando hace un año los riesgos ambientales y el ordenamiento del territorio de Moquehue, localidad que forma parte de la Corporación Interestadual Pulmarí pero que depende de la Municipalidad de Villa Pehuenia. En el medio de la investigación, los académicos diagnostican serios problemas para la villa cordillerana.
Celia Torrens, co directora de la investigación, calificó como "muy serio el problema que se presenta desde la planificación de Moquehue" porque, según explicó, desde el punto de vista catastral la población que la habita no existe ya que en la Subsecretaría de Tierras no hay un registro catastral de la localidad porque depende de Pulmarí pero, a su vez, en la corporación sólo hay un registro de los pobladores de ley que habitaban al momento de su conformación.
"Entonces no se puede planificar si no existen los habitantes, pero en realidad sí están aunque no figuren en ningún lado ni tengan títulos de sus tierras, y están instalados sin servicios ni controles, entonces se tornan agentes contaminantes del ambiente que es el paisaje, su principal fuente para el desarrollo de la localidad", señaló Torrens.
La directora del proyecto, la geógrafa Olga Capua indicó que el objetivo de su trabajo es crear un proyecto de turismo sustentable en base a los riesgos identificados, para crear una normativa local ambiental.
Torrens agregó que en la localidad no existe un sistema de control de efluentes cloacales, ni se sabe de dónde están tomando el agua, cómo se están explotando los acuíferos, o de la desforestación de los bosques nativos; "cada cual hace lo que quiere en Moquehue, se instalan, se venden tierras, nadie figura en ningún lado".

Riesgos
Para la geógrafa Elsie Jurio los riesgos ambientales en Moquehue son tan serios que podrían llegar a condicionar el paisaje del cual se genera la producción más importante en la región, el turismo. "Lo que más nos preocupa es la contaminación de las aguas del lago, del suelo, la degradación de la vegetación natural en un lugar donde hay que preservar una especie única como la araucaria, pero también podemos observar riesgo en la estabilidad de las laderas porque construyen casas colgadas de la montaña y muchas ya presentan fisuras en sus cimientos", señaló.
La descripción del equipo es alarmante ya que, según cuentan, cada vez que visitan la zona hay más gente viviendo allí, edificando en cualquier lado, abriendo calles sin planificación y tomando los servicios como pueden. "Es una anarquía porque nadie se hace cargo, debería ser potestad de Pulmarí pero el dominio lo tendría el municipio, pero no está claro y así se van diluyendo las responsabilidades", diagnosticó Torrens.
La académica Jurio planteó que si se degrada el bosque, se erosionan los suelos, se contamina el lago, "se van a quedar sin los recursos básicos para el desarrollo de la actividad turística, que es el principal potencial que tiene la región".