En el invierno de 1968 no nevó en la alta montaña mendocina. Durante aquella temporada, la situación de sequía que se vivió en la provincia fue crítica. Sin embargo, las actividades agrícolas se llevaron adelante en todo el territorio local. ¿De dónde salió el agua para riego y para todas las actividades domésticas y comerciales? De los glaciares. En aquel año, el Río Mendoza sólo tuvo 40 por ciento de su caudal normal.
Es decir, las grandes reservas de agua subsanaron la sequía. Cuarenta y ocho años después, no se sabe cuántos cuerpos de hielo hay -no sólo en Mendoza, sino en todo el país-, tampoco se conoce qué evolución tienen ni el impacto que genera en éstos del calentamiento global.
El último inventario de glaciares se realizó en 1963. A pesar de esta situación, volvió a fracasar esta semana la aprobación de la ley de protección de glaciares en el Congreso; pero en el territorio provincial se comenzó a avanzar en un inventario local.
El Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) junto con la Secretaría de Medio Ambiente de Mendoza ya acordaron desarrollar en la provincia un inventario de glaciares por tres años, que demandará 170 mil pesos cada 365 días. Ricardo Villalba, director del Ianigla, manifestó que llevar adelante este relevamiento es fundamental para la provincia.
"Es una falta de responsabilidad social y ambiental que no se haya aprobado la ley de protección de glaciares en el Congreso. Este proyecto tiene asociado un inventario nacional de glaciares, que es clave para conocer las reservas que tenemos para enfrentar situaciones desfavorables, como sequías regionales, que podrían poner en riesgo gran parte de las actividades agrícolas e industriales de nuestra zona por falta de agua", enfatizó el científico del Conicet.
Frente a la negativa de aprobar la norma nacional, y de ese modo poder realizar un inventario de glaciares en todo el país, Mendoza avanza con uno local. Villalba explicó que es fundamental conocer dónde están ubicados los cuerpos de hielo y cómo están evolucionando en el tiempo ante el calentamiento global.
"Entre el Ianigla y Medio Ambiente de la provincia vamos a desarrollar un inventario local. Demandará tres años de trabajo, la capacitación de geógrafos y geólogos y 170 mil pesos cada 365 días; la mayor parte del dinero se destinará a la capacitación del personal", detalló el científico, que es un referente nacional en estos temas.
El dinero lo aporta el Gobierno de Mendoza y la idea es comenzar a trabajar en el corto plazo. Villalba indicó que el primer paso es tomar imágenes satelitales y, luego, realizar el control de campo, esto es ir a la montaña y constatar la presencia de los cuerpos de hielo.
Reducción del volumen
Lo cierto es que no se sabe qué número de glaciares hay ni en qué estado están. Los datos que se manejan en la provincia son de 1963. Según recordó Villalba, este último relevamiento marcó que la cuenca del Río Mendoza contaba con 980 cuerpos de hielo en una extensión de 665 kilómetros cuadrados. "Ahora no sabemos en qué situación están", enfatizó el especialista.
Otro ejemplo lo marca la cuenca del Río Atuel, que en 1963 contaba con 227 cuerpos de hielo en una extensión de 186 kilómetros cuadrados. "Es primordial conocer el recurso hídrico, saber cómo evoluciona y con qué cuenta realmente la provincia", completó.
Villalba sostuvo que frente al proceso de retracción de glaciares "necesitamos contar con una ley de protección que evite otro tipo de actividad que puede dañar un glaciar y transformarlo en otro hecho diferente, que no sea justamente la producción de agua dulce de primera calidad, que es lo que necesitamos para la región".
Qué dice la propuesta nacional
El proyecto de ley nacional de glaciares, que se trató esta semana en el Congreso de la Nación y no obtuvo aprobación, busca proteger los cuerpos de hielo, "pero también hay que decir que no es una norma antiminería; sólo se busca cuidar un sector, con buena voluntad se pueden definir las áreas a proteger", recalcó Villalba.
Es importante recordar que el proyecto que se está tratando se acordó entre oposición y oficialismo, y a pesar de esto no hubo una respuesta positiva esta semana. La propuesta ya había sido aprobada en general y analizada hasta el artículo número 5; esta semana se comenzaba a tratar el sexto, que habla de los controles, pero Diputados no logró quórum.
Este proyecto busca lograr un ordenamiento territorial en alta montaña para saber qué recursos hídricos hay. "Está claro que hay una gran falta de responsabilidad social y ambiental", concluyó el científico.
Foto: Archivo Programa Infoambiente |
|
|