Los cuatro millones de galones de agua que produce la planta potabilizadora de Chame no son suficientes para abastecer a los pobladores de sus cinco corregimientos y uno del distrito de San Carlos, quienes también están demandando mejoras en la calidad del agua.
Para el año 2003, cuando se licitó la construcción de la potabilizadora, el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) había planificado poder abastecer a 16 mil habitantes.
En esta obra se invirtieron 3 millones 595 mil dólares, y la misma fue encargada a la empresa Equipos y Maquinaria Panedi S.A./Alquileres y Ventas Panedi S.A., la cual tendría 10 meses para culminar los trabajos. Este plazo no se cumplió.
Funcionamiento
Los problemas de funcionamiento de la planta potabilizadora se hicieron más evidentes en agosto de 2007, 13 meses después de haber entrado en operaciones.
Para la maestra Danys Tejada, integrante del Comité de Vigilancia de Calidad del Agua, la mayoría de las peticiones hechas en 2008 al entonces director del Idaan, Juan Antonio Ducreut, no se ha cumplido.
Entre ellas estaba la ampliación de la planta potabilizadora, dado el aumento acelerado de la población; además del nombramiento de personal idóneo para operar la planta, entre ellos un profesional de la química.
Equipo y maquinaria para solucionar los problemas de roturas eran otras peticiones, puesto que los empleados no cuentan siquiera con pegamento.
Una vez la planta entró en operaciones en marzo de 2006, el Idaan sacó de funcionamiento 30 pozos de agua subterránea, de los cuales se abastecía la población.
Cuatro años después, los miembros del Comité de Vigilancia de Calidad del Agua están exigiendo la habilitación de seis de estos pozos, ubicados en barriadas del corregimiento de Bejuco. Uno de ellos para abastecer a la escuela Berta Elida Fernández.
Los pobladores, asegura el representante del corregimiento de Bejuco, Francisco De León, están acudiendo a los acueductos rurales ubicados en poblados como el Mangote, Santa Cruz y Lajas para abastecerse de agua, evitando así consumir la que reciben del Idaan.
La razón de ello es el temor a contraer algún tipo de enfermedad, a causa del consumo de agua proveniente de la potabilizadora.
Igualmente, preocupa la poca limpieza que se realiza en los sedimentadores de la potabilizadora y en la toma de agua cruda, precisó De León.
Admite problemas
Maximino Quintero, gerente regional del Idaan en Panamá oeste, cuantificó en nueve los pozos que ya han sido habilitados y cinco están pendientes de la consecución de equipo; además, está planificada la perforación de otros dos.
Sumado a ello, se está en proceso de licitación para la construcción de las casetas para los pozos.
Rodrigo Barragán, jefe nacional de plantas potabilizadoras por parte del Idaan, afirmó que entre 2008 y 2009, por ser un año político, prácticamente no hubo presupuesto para funcionamiento e inversiones.
Aun así se realizaron algunas mejoras en la planta potabilizadora, las cuales fueron reconocidas en su momento por el Comité de Vigilancia de Calidad del Agua.
Antes de 60 días, subrayó Barragán, se estará realizando el proceso de licitación de la potabilizadora de Chame y que implica reconstruir la toma de agua cruda, construcción de seis nuevos filtros y dos nuevos sedimentadores y mejoras internas.
Precisó, además, que estos trabajos se realizarán aun cuando el Idaan mantiene un litigio con la empresa constructora de la potabilizadora, a causa de los perjuicios ocasionados por la mala construcción de la planta y los daños ocasionados en las vías internas de Chame.
Sostuvo que desde un inicio “esta planta estuvo mal” en el diseño y capacidad.
Prueba de ello es que se está “súper forzando” la planta, sacrificando la calidad del agua para abastecer la mayor cantidad de usuarios. La potabilizadora fue construida para tratar tres millones y medio de galones de agua al día.
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