Las inundaciones que este fin de semana afectaron al sureste de Alemania, en el triángulo fronterizo con Polonia y la República Checa, empezaron a remitir hoy lunes y la riada bajaba ya suavemente por los ríos Neisse, Spree y Elba. República Checa y Polonia, por su parte, comenzaron esta mañana los trabajos de reparación y de evaluación de daños tras las graves inundaciones que también sufrieron el fin de semana.
Alemania
En las poblaciones de Görlitz y Zittau (este del país) las más afectadas por las inundaciones, comenzaron las labores de recogida y limpieza de las calles, que se vieron anegadas en muy pocas horas tras la ruptura de una presa en la vecina Polonia.
Las autoridades alemanas mantienen la cifra de víctimas mortales en tres personas, una pareja de jubilados y un vecino también pensionista que perecieron ahogados al verse atrapados en el sótano de su vivienda cuando trataban de rescatar enseres.
Las aguas seguían amenazando este lunes la histórica localidad de Bad Muskau, patrimonio histórico de la Humanidad, en los límites del estado federado de Sajonia con Brandeburgo y a pocos kilómetros de la desembocadura del río Neisse en el Oder. Las medidas preventivas adoptadas hacen esperar que tanto el mercado, como el palacio y el histórico parque del príncipe Pückler en Bad Muskau puedan eludir finalmente las inundaciones gracias a las barreras y diques levantados para contener las aguas.
Las aguas inundaron dos pueblos cercanos a Bad Muskau, Podrosche y Sagar, informó Andreas Johne, del servicio de protección civil en Nesky (junto a la frontera con Polonia) después de que dos diques cercanos se vinieran abajo. Al menos 80 personas en estas dos localidades tuvieron que ser trasladadas a lugar seguro. También en las zonas más bajas de Bad Maskau las autoridades se vieron obligadas a trasladar a 40 personas.
Las autoridades del estado de Sajonia expresaron su preocupación por el Parque del Príncipe Pückler, catalogado como patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Cuando ya comienzan a tasarse las pérdidas provocadas por la riada, las autoridades subrayaron los severos daños sufridos a raíz de la riada por el monasterio cisterciense de St. Marienthal, los más graves, según sus responsables, desde su construcción en 1234.
El ministro del Interior, Thomas de Maizière, acudió a la fábrica Bombardier dañada en Bautzen, donde prometió la ayuda del Estado a los damnificados. El primer ministro de Sajonia, Stanislaw Tillich, y su ministro del Interior, Markus Ulbig, de visita en la zona afectada, recibieron críticas desde el partido La Izquierda, cuyo responsable local, Antje Hermenau, recordó que hace apenas ocho años la zona sufrió una catástrofe similar.
Las lluvias torrenciales registradas el viernes y el sábado hicieron desbordarse en muy poco tiempo numerosos ríos y arroyos de la región, convertidos en cauces desbocados que causaron cuantiosos daños materiales aún por estimar.
República Checa
Las autoridades en Praga calcularon que las crecidas de las aguas, que dejaron tres muertos, produjeron daños por un valor de 270 millones de dólares. Las inundaciones dejaron también un desaparecido.
La mayor parte de las aguas se retiraron y los evacuados están volviendo a sus domicilios, pero aún quedan 900 hogares sin electricidad y seis líneas ferroviarias cerradas en el noroeste del país. Más de 300 soldados están colaborando con las tareas de limpieza en las zonas fronterizas con Alemania y Polonia. El gobierno aprobó el despliegue de otros mil, en caso de necesidad.
Polonia
Las autoridades aprobaron un fondo de diez millones de euros para ayuda a los afectados en Polonia. Las aguas retrocedieron, pero la situación sigue siendo preocupante en la ciudad de Bogatynia, donde 1.200 viviendas están sin electricidad y 22 tendrán que ser demolidas. El ministro del Interior, Jerzy Miller, criticó a las autoridades de la ciudad al considerar que reaccionaron demasiado tarde a la crisis, que también costó la vida a tres personas.
Desde Bruselas, entre tanto, la Comisión Europa aprobó ayudas para empresas polacas para compensar los daños sufridos por las inundaciones de mayo y junio. Las ayudas al sector agrícola deben seguir otro procedimiento paralelo.
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