“La Argentina estableció en 1904 la base de Orcadas, primera base científica instalada en el continente blanco que ininterrumpidamente mantiene su actividad hasta hoy. En 1951 creamos el Instituto Antártico argentino, la institución más antigua dedicada de manera exclusiva a las investigaciones antárticas. Hoy continuamos desplegando una incesante actividad en nuestras tierras antárticas. Contamos con seis bases permanentes y siete temporarias que constituyen centros privilegiados de observación y toma de datos para la actividad científica”, explicó esta mañana el canciller Héctor Timerman al inaugurar en el Hotel Panamericano la XXXI Reunión del Comité Científico de Investigaciones Antárticas y la la XXII Reunión General del Consejo de Administradores de Programas Antárticos, que congregan en nuestro país a más de 900 científicos de todo el mundo.
Timerman subrayó que estos encuentros, los más importantes sobre la Antártida a nivel global, “se desarrollan en un año particularmente trascendente para la historia argentina, que celebra el bicentenario de su primer gobierno propio, y son un reconocimiento mundial a la labor pionera de nuestro país en la Antártida, donde nuestra actividad es muy extensa y cuenta con una historia científica muy destacada”. “Mi país siempre ha otorgado la máxima importancia y prioridad a la actividad de naturaleza científica, a la que reconocemos como fundamento del exitoso sistema jurídico establecido en torno al Tratado antártico”, agregó.
“Consciente del enorme potencial que existe en el extremo sur de la Argentina para el apoyo logístico de actividades en la región de la península antártica y otros sectores, nuestro país está desarrollando un centro operativo y un polo científico en la ciudad de Ushuaia, que estará plenamente activo en poco tiempo y a disposición de toda la comunidad internacional. El desarrollo de la ciencia en un continente complejo y de difícil acceso no sería posible sin una logística adecuada, que se basa no sólo en medios de todo tipo sino, fundamentalmente, en una cooperación estrecha que permite optimizar resultados y beneficios para todos los países que tienen presencia en el continente. Estoy convencido de que la reunión de administradores consolidará los mecanismos de cooperación logística en uso y desarrollara nuevas modalidades en la materia”, aseguró el Canciller argentino.
“Los temas centrales de nuestra actividad en la Antártida –prosiguió el Canciller- se relacionan con el impacto humano sobre el medio ambiente, cambio climático, capa de ozono y uso de energías limpias. En este marco, mantenemos una estrecha cooperación con países con intereses antárticos tanto sudamericanos como de Europa, África y Asia. Trabajamos también desde el territorio continental, cooperando con la Secretaria del Tratado Antártico que tiene su sede en esta ciudad”. “Al igual que estas reuniones, quiero señalar la importancia de la XXXIV Reunión Consultiva del Tratado Antártico que tendrá lugar en la argentina en junio de 2011, y celebrará el 50 aniversario de la entrada en vigor del Tratado”
Por último, Timerman reiteró que “las estructuras con que cuenta la Argentina en la Antártida se encuentran a disposición de la comunidad científica internacional para el desarrollo de programas de investigación que tengan como objetivo la preservación del continente y el pleno respeto a lo establecido en el tratado antártico”.
REUNIONES Y ANTECEDENTES
La XXXI Reunión del Comité Científico de Investigaciones Antárticas y la XXII Reunión General del Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (SCAR y COMNAP, siglas en inglés) -ambas organizadas por la Dirección Nacional del Antártico-, se desarrollarán en Buenos Aires hasta el 12 y 13 de agosto respectivamente. A la par, en el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA), edificio histórico del ex Padelai de Humberto Primo y Balcarce, en San Telmo, comenzó ayer la muestra Sur Polar II Arte en Antártida, Intervención Urbana.
La SCAR y la COMNAP tienen como objetivo evaluar el desarrollo de las actividades científicas y operativas antárticas que desarrollan cuarenta países a través de sus proyectos de investigación en el continente blanco. El Director Nacional del Antártico, Dr. Mariano Mémolli recordó que la principal tarea desarrollada por Argentina en la Antártida "ha sido, es y será la actividad científica, actividad que mantenemos con nuestra presencia ininterrumpida desde 1904", y consideró que la organización de estas reuniones en Argentina con sus 106 años de permanencia antártica, representan "un claro mensaje al mundo sobre el valor que da nuestro país a la Antártida, a la protección ambiental y, por supuesto, a la educación, la ciencia y tecnología".
Mémolli agregó datos relevados por organismos internacionales que monitorean la producción científica: "En el período 2004 a 2007 la Argentina duplicó la producción de trabajos científicos publicados en revistas con jurado y publicadas en el Index científico; mientras que el presupuesto destinado a la investigación científica, tecnología y protección ambiental se incrementó en un 1.600%".
Entre las líneas de investigación científica encaradas por la DNA y con promisorias proyecciones en las áreas de biotecnología y biorremediación ambiental, destacó el proyecto Genoma Blanco, mediante el cual se logró la codificación (o `mapeo´) genético de un microorganismo extremófilo de la Antártida. En el trabajo intervinieron científicos del Instituto Antártico Argentino, UBA, Conicet y Biosidus. Las investigaciones desarrolladas en la DNA, han marcado hitos referenciales "también en la paleontología antártica" continuó Mémolli, como por ejemplo, haber encontrado "el fósil de la primera ave voladora antártica; el primer plesiosaurio antártico; el primer fósil de dinosaurio antártico, el anquilosaurio; el fósil del primer ungulado antártico y el primer y único fósil de una flor antártica; un pariente lejano de la rosa mosqueta, pero de 40 millones de años", aclaró.
Parafraseando el slogan que preside el encuentro, Mémolli insistió en el rol de la Antártida frente al contexto global: "Es evidente que la ciencia antártica, está llamada a ser nuestra certera observación de los eventos que caracterizaron la historia planetaria para guiarnos, prevenirnos y sobre todo para ir haciendo de nuestro futuro, un lugar menos incierto y más esperanzador".
Fuente: Dirección de Prensa de Cancillería |
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