La petrolera British Petroleoum (BP), causante del mayor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos, comunicó ayer que hizo un depósito inicial de u$s 3.000 millones en una cuenta prevista por un total de u$s 20.000 millones para pagar el costo de su derrame de crudo en el Golfo de México, acuerdo que había cerrado en junio tras una negociación con el Departamento de Justicia estadounidense y bajo una intensa presión del presidente de ese país, Barack Obama.
Además, BP anunció la creación de un fideicomiso supervisado por Citigroup y dos miembros independientes para gestionarlo, uno de los cuales es el abogado Kenneth Feinberg, quien se encargó también de gestionar el fondo que compensó a las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001.
“El objetivo de esta cuenta administrada por terceros es asegurar a los afectados por el derrame que nuestra intención es mantener nuestro compromiso hacia ellos y los contribuyentes estadounidenses”, dijo en un comunicado Bob Dudley, próximo consejero delegado de BP.
En tanto el fiscal general adjunto del Departamento de Justicia, Tom Perrelli, dijo que el depósito representa un “importante paso” para que BP honre su compromiso con Obama y los residentes de la región del Golfo de México. “Hemos dejado claro que la compañía aún necesita asegurar que los fondos necesarios estarán disponibles si algo sucede a la filial que estableció el fondo y anhelamos la finalización de un acuerdo de seguridad apropiado en el futuro cercano”, dijo Perrelli también en un comunicado.
Los términos del acuerdo
BP se comprometió en junio con Obama a la creación del fondo de compensación por u$s 20.000 millones, el mayor importe en multas e indemnizaciones impuesto jamás a una petrolera. El acuerdo establece un pago anual de u$s 5.000 millones a lo largo de cuatro años.
Tras el giro de ayer de u$s 3.000 millones, BP dijo que pondrá un adicional de u$s 2.000 millones en la cuenta en el cuarto trimestre del año. Después, depositará trimestralmente u$s 1.500 millones hasta completar el total de u$s 20.000 millones.
Ayer la compañía elevó a u$s 6.100 millones el costo del desastre por el derrame de crudo, repartidos entre las operaciones para frenar la fuga y contener la marea negra, los subsidios a los Estados afectados, las compensaciones a las personas perjudicadas y los gastos federales.
Desde que el pasado abril explotó su plataforma petrolífera Deepwater Horizon, la compañía ha recibido 145.000 reclamos de afectados, de los que ya ha pagado 103.900 por un valor de u$s 319 millones.
Mientras tanto, los trabajos en la zona del derrame entraron ayer en su recta final. Tras comprobar la solidez de un tapón de cemento con el que la semana pasada se logró sellar el derrame, BP reanudó la excavación de los 30 metros que faltan para completar un conducto auxiliar que planea conectar esta semana con el pozo roto, si las condiciones climáticas lo permiten, y rematar así el sellado definitivo que evite nuevas fugas.
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