La cifra de muertos por los recientes aludes en China llegó a 702 y más de 1.000 personas siguen desaparecidas, informaron autoridades locales, mientras los socorristas en tres países de Asia se afanan por encontrar sobrevivientes de las inundaciones que han angustiado a millones de personas.
Un grupo de personas que excavaba con las manos encontró a un hombre de 52 años que quedó atrapado más de 50 horas dentro de un edificio de departamentos que se vino abajo en la localidad remota de Zhouqu, donde según las autoridades locales al menos un millar de personas siguen desaparecidas.
Los socorristas, que recurrieron a perros, hallaron al hombre, Liu Ma Shindan, que estaba débil pero respiraba con normalidad.
Un poblado remoto de la provincia china de Gansu fue azotado el domingo por lluvias y deslaves, en lo que es el temporal más grave hasta el momento en las peores inundaciones del país en una década.
En Pakistán, miles de personas huyeron de la ciudad de Muzafargar en la provincia de Punjab, luego de que las autoridades alertaron de posibles inundaciones por el desbordamiento de ríos.
``Podrían no ocurrir, pero hay peligro para la ciudad´´, dijo Hassan Iqbal, funcionario de gobierno del distrito de Dera Ghazi Khan.
El primer ministro paquistaní Yousuf Raza Gilani ha dicho que este es el peor desastre natural en la historia de Pakistán y pidió ayuda internacional. Estados Unidos y otras naciones ya han enviado millones de dólares en ayuda, y el ejército estadounidense despachó seis helicópteros estacionados en Afganistán para asistir en la distribución de ayuda y en las evacuaciones.
En tanto, en la región de Cachemira controlada por India, se han recuperado más cadáveres de víctimas de las inundaciones ocurridas ahí y la cifra de muertos se elevó a 165.
Las inundaciones en China han matado a 1.800 personas este año y causado decenas de miles de millones de dólares en daños a lo largo y ancho de las 28 provincias y regiones.
En Pakistán, en dos semanas, las inundaciones han matado a 1.500 personas.
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