El Comité Interjurisdiccional de Cuenca del Río Colorado acordó la factibilidad al proyecto del acueducto hasta Bahía Blanca, Punta Alta y otras localidades próximas, permitiendo la derivación de aguas fuera de su cuenca.
La decisión se tomó durante la última reunión del comité ejecutivo, realizada en nuestra ciudad, con la presencia de los representantes de Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Mendoza, presididos por el ingeniero Miguel Boyero.
El cuerpo respondió, de tal manera, al pedido ingresado por la provincia de Buenos Aires, en cuyo territorio se habrá de desarrollar este proyecto hídrico.
De todas maneras, el informe técnico ahora será elevado a consideración del consejo de gobierno del Coirco, presidido por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, e integrado por los gobernadores de las cinco provincias ribereñas.
De ser positivo el pronunciamiento, deberá presentarse el proyecto ejecutivo, el plan de obra y un detalle de la operación que tendrá el acueducto, de manera tal de garantizar el uso del caudal asignado.
No se descartaría que Bahía Blanca pueda ser sede de ese encuentro de alto nivel, en función de la trascendencia que, a nivel local, tiene el proyecto de abastecimiento de agua desde el Colorado.
Específicamente, la provincia de Buenos Aires pidió 2 metros cúbicos por segundo (unos 7.200 metros cúbicos por hora) para la obra que partirá desde Pedro Luro y abastecerá de agua a las localidades de Pedro Luro, Hilario Ascasubi, Mayor Buratovich, Teniente Origone, Argerich, Médanos y Juan Cousté (Algarrobo), todas en el distrito de Villarino, así como General Cerri, Bahía Blanca y Punta Alta.
Se estima que, cuando esté terminado, pueda beneficiar a más de 450.000 habitantes de la región, además de asegurar una infraestructura de servicios que brinde factibilidad al crecimiento sostenido del polo industrial existente en Bahía Blanca.
El presupuesto para las obras a ejecutar fue estimado en 600 millones de pesos, cifra que se establecerá, con certeza, una vez ejecutado el análisis de precios respectivo.
En dos trazos
Tiempos
Nadie puede ignorar, a esta altura de las circunstancias, que toda obra de envergadura, en nuestro país, suele dilatarse un poco más de lo previsto.
Existen, en tal sentido, sobradas pruebas.
El acueducto desde el río Colorado a Bahía Blanca tendrá su magnitud.
De manera tal que, más allá de los tiempos lógicos que lleva el armado de un proyecto de este tipo, sería importante poder limar días en otros aspectos.
Por ejemplo, y ahora que existe una prefactibilidad a la entrega de caudales, dispuesto por el comité ejecutivo del Coirco, tratar de que el dictamen del Consejo de Gobierno llegue cuanto antes.
Sabemos que no es fácil reunir a cinco gobernadores (los ribereños) junto con el ministro del Interior, para analizar esta temática.
Y es aquí donde, quizás, el propio mandatario bonaerense, Daniel Scioli, debería presionar para que la convocatoria sea inmediata, teniendo en cuenta que es en el territorio que gobierna donde se realizará el acueducto.
De lo contrario, quizás se posterguen los plazos que políticamente se han anunciado, en cuanto a licitación del proyecto y comienzo de los trabajos.
Nadie puede desconocer que la tarea será ardua y llevará, como mínimo, unos tres años.
Cuanto antes esté terminado el acueducto, antes llegarán los beneficios.
De lo contrario, seguiremos dependiendo de las únicas fuentes de que se dispone en la actualidad, lamentablemente limitadas por la falta de lluvias y una demanda que, en especial en la época estival, irá en lógico aumento.
El Colorado es, entre las existentes, la alternativa más contundente, en cuanto a una solución por largo tiempo. Tratemos de no dilatarla, para bien de todos.
Imagen: Archivo Programa Infoagua
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