Las pérdidas sufridas por la economía de Rusia a causa de la ola de calor, la sequía y los incendios forestales derivados de la combinación de ambos alcanzarán -según las estimaciones preliminares del Banco HSBC- alrededor de u$s 15.000 millones, lo que equivale al 1% del PBI, si bien los datos oficiales no se conocerían antes de fin de año.
El cálculo computa solamente los costos directos del desastre, lo que incluye las pérdidas en la agricultura y en la industria. Las consecuencias para el medio ambiente y otros problemas secundarios nadie se animó aún a predecir cuanto costarán.
La crisis se produce en momentos en que la economía rusa comenzaba a recuperarse de la caída del 7,9% que sufrió en 2009 a raíz de la crisis mundial. Las autoridades apostaban a un crecimiento del 4% del PBI en 2010, lo que hoy queda en entredicho. En declaraciones realizadas al diario ruso Kommersant, Alexander Morozov, economista jefe del HSBC en Rusia, señaló que "el crecimiento económico en Rusia se está desacelerando y la ola de calor hará que esta situación se agudice un poco más"
Según anunció el primer ministro ruso, Vladimir Putin, la cosecha de cereales para el año 2010 será de alrededor de 65 millones de toneladas contra las 97 millones cosechadas en 2009, es decir cerca de un 30% menos. Este dato reafirmó la desición estatal de prohibir temporalmente las exportaciones de granos.
Otro dato preocupante, que el fenómeno climático agudizó, es el aumento en los precios que en los últimos tiempos se registra en el rubro alimentos. La escasez de cereales y la importación, cada vez mayor, de estos imprescindibles insumos amenaza con elevar la cifra al 9,5% anual, según economistas de ING Rusia. Los incendios forestales más graves de la historia de Rusia siguen azotando el país. Aún están activos alrededor de 550 focos que abarcan una superficie de más de 1.700 kilómetros cuadrados, según los últimos datos del Ministerio de Protección Civil.
El humo que provocan ya ha causado muchos problemas de salud a la población, y según el ministro de salud de la Ciudad de Moscú hizo que se duplicaran la cantidad de muertes diarias, de 350 a 700. La organización ecologista Greenpeace y otros organismos denunciaron que el fuego puede activar áreas contaminadas con radioactividad, lo que podría potenciar el peligro.
Cae apoyo al gobierno
Sgún distintas encuestas, el nivel de aprobación popular del presidente, Dmitri Medvedev, y del jefe de gobierno, Vladimir Putin, registra la caida más aguda en cuatro años.
El sondeo del instituo FOM, publicado ayer por el diario económico Vedomosti, reveló que sólo el 52 % de la población se muestra de acuerdo con la política de Medvedev, un 10% menos que en enero pasado, mientras que la imagen de Putin cae un 8%, ubicándose en un alto aún 61% de aprobación, aunque otros sondeos apuntan entre un 44 y 47% de apoyo.
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