Los trabajos que buscan cegar definitivamente el pozo petrolero submarino que provocó un derrame masivo de crudo en el Golfo de México se suspenderán hasta que pase un frente de tormenta, anunció el encargado del gobierno para dirigir la lucha contra el desastre.
El almirante jubilado de la Guardia Costera Thad Allen dijo que la suspensión podría demorar las tareas en dos o tres días.
Las cuadrillas pondrán un tapón temporal pero todavía les falta perforar unos 10 metros (30 pies) de un nuevo pozo de alivio para permitir que la empresa BP bombee cieno y cemento en el pozo submarino abierto a fin de complementar los vertidos en la boca de este pozo la semana pasada.
Allen insistió en que BP siga adelante con esta operación pese a que el tapón parece resistir. Sin embargo, el martes dijo que deben seguir las pruebas en el pozo antes de tomar una decisión definitiva.
"No estoy seguro de que lo sepamos... No quiero prejuzgar si lo vamos a hacer o no. Dependerá de las condiciones", agregó.
En una conferencia telefónica con la prensa, Allen dijo que había una "probabilidad muy baja de que la operación no sea necesaria.
Los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes dijeron que existe una alta probabilidad de que un frente de tormenta al sur de la Florida se intensifique en los próximos dos días.
Como no se filtra más petróleo desde que se taponó el pozo a mediados de julio, las autoridades federales se aprestaban a anunciar que un tramo del Golfo sobre la saliente de la Florida será reabierto para pesca comercial y recreativa, un negocio importante para la región.
La doctora Jane Lubchenco, administradora de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA), anticipó una conferencia de prensa para el martes por la tarde en un embarcadero en Panama City Beach para anunciar la reapertura de las aguas federales frente a la saliente.
Vastos tramos del Golfo frente a Luisiana, Misisipí, Alabama y la Florida habían sido cerrados a la pesca desde los primeros momentos del derrame.
Concluir el nuevo pozo y sellar el dañado con cieno y cemento debe ser el acto final del drama que significó el derrame de petróleo de tres meses, que cambió radicalmente la vida de los pescadores y otros residentes de la costa estadounidense del Golfo.
El especialista de BP John Wright será quien guiará un taladro robot que perfore más de tres kilómetros (dos millas) por debajo del lecho marino, a cinco kilómetros (tres millas) de la superficie, tratando de acertar en un blanco con un diámetro aproximado de un reloj de pared. El calibre del taladro es casi el de una toronja o pomelo.
BP dice que Wright ha dado en el blanco siempre, un récord perfecto de 40 pozos tapados sin fallar en todo el mundo durante cuatro décadas de trabajo.
Wright, sin embargo, está cada vez más nervioso mientras se acerca el momento final.
"Siempre hay algo de drama en el último momento, que te hace pensar que podrías fracasar. Todo se reduce a una decisión subjetiva", dijo Wright en un correo electrónico enviado a The Associated Press.
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