Alrededor de 2.500 m3 de agua potable es el derroche que calcula Ricardo Carreño, un vecino de barrio Schneider, como consecuencia de un caño roto perteneciente al Acueducto Noroeste. Y la cifra no parece exagerada si se tiene en cuenta que la pérdida lleva 15 meses.
“Cuando detectamos la fuga de agua, es decir hace 1 año y 3 meses, llamamos a Aguas Santafesinas para que vinieran a repararla; nunca lo hicieron. Luego llamamos al Ente Regulador de Servicios Sanitarios para que tomara cartas en el asunto. Pero también fue en vano”, dijo el hombre, señalando que desde entonces “se pierden miles de litros de agua potable por día, estimando a la fecha un derroche de 2.500.000 litros”.
Como en Venecia
La pérdida de agua es visible sobre una plaza que fue creada por los propios vecinos del barrio en la intersección de Regis Martínez y las vías del ferrocarril.
El paso del tiempo y la falta de respuesta por parte de Assa a los reiterados reclamos incidieron en que un grupo de frentistas se pusiera manos a la obra y realizara un muro de tierra para contener el agua y abriera una zanja para conducirla a un sector donde ningún vecino resultara perjudicado.
“Hasta hace unos meses el agua se acumulaba en la calle, parecía que vivíamos en Venecia. Debido al deterioro que veíamos estaba sufriendo el pavimento se nos ocurrió hacer esta protección, que es un pequeño talud de tierra que rodea la zona de la pérdida para evitar que el agua vaya a la calle, y una zanja para conducirla hacia el otro lado, lo que se conoce técnicamente como una sangría”, explicó Ricardo Carreño, aclarando que “cuando hay mucha presión de agua, por lo general a la madrugada, es tanta la cantidad que empieza a fluir que el talud se rompe y de nuevo se inundan la placita y la intersección de Regis Martínez y San José”.
De fácil solución
Alrededor de 200.000 usuarios del noroeste de la ciudad se abastecen del acueducto en cuestión. La obra, recuerda Carreño, fue encarada por el ex gobernador Víctor Félix Reviglio y finalizada por Carlos Reutemann en 1995.
“El Acueducto Noroeste tiene 15 años. Jamás presentó inconvenientes, salvo el suscitado hace 15 meses. No comprendo por qué Assa todavía no reparó la rotura, sobre todo porque es muy simple y similar a la realizada semanas atrás sobre avenida Alem: colocar una abrazadera en el tramo dañado y listo”, fueron sus palabras. Y agregó: “A pocos metros está la llave esclusa, por lo que les sería mucho más fácil trabajar. Evidentemente, no hay voluntad de solucionar el problema. Llevamos 15 meses viendo cómo se desperdicia agua potable... ¿a vos te parece?”.
Por último, además de manifestar problemas de presión en el servicio desde que comenzó el problema, los vecinos de Schneider lamentan el derroche que vienen observando hace 15 meses sobre todo porque “tanto se habla del cuidado del agua y acá se está tirando como nada”.
15 meses después
Al cierre de esta edición El Litoral pudo saber que esta mañana personal de Assa concurrió al lugar para observar el problema y tras ello encarar la reparación.
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