Los incendios que devastan a gran parte de la Rusia europea alcanzaron zonas radioactivas, contaminadas tras el desastre nuclear de Chernobyl de 1986, informó ayer la Guardia Forestal rusa.
Desde mediados de julio, los incendios en los bosques de Rusia destrozaron unas 4.000 hectáreas contaminadas por la explosión de la central nuclear ucraniana de Chernobyl, expresó la Guardia Forestal en su sitio “www.rcfh.ru”.
“Hay mapas de contaminación (radioactiva) y mapas de los incendios. Basta con combinarlos. No hay por qué negar esta información”, agregó un responsable de dicho servicio, según Interfax .
Una de las regiones afectadas es la de Bryansk, en la frontera con Ucrania y Bielorrusia, contaminada por la catástrofe de Chernobyl, pero también hay zonas cercanas a Moscú, como Kaluga y Tula, ambas a 200 kilómetros de la capital.
Las zonas golpeadas “en los territorios más contaminados” incluyen a la región de Bryansk, en la frontera con Bielorrusia y Ucrania, a 400 kilómetros de Moscú, agregaron las fuentes.
De acuerdo al informe, hasta el 6 de agosto se verificaron 28 incendios en esas zonas.
Con todo, el vicedirector de la Guardia Forestal rusa descartó una “evolución catastrófica” en las zonas contaminadas por el desastre nuclear de Chernobyl, y exhortó a no “ceder al pánico” .
El servicio defensa de los bosques sí recomendó que se tomen “medidas de emergencia” como “la protección de la población en los territorios afectados por el humo”, pero insistió que “no hay motivo para que cunda el pánico”.
“ Se quema la superficie y muchas partículas contaminadas están profundamente enterradas ”, estimó uno de sus responsables, Alexei Bobrinski.
Días atrás, sin embargo, el ministro de Protección Civil, Sherguei Shoigu, había advertido sobre el peligro de que las partículas del suelo radioactivo en Bryansk se mezclen con el aire junto con las cenizas . La combinación de smog con la radiación podría ser especialmente peligrosa , había dicho.
Según el director del programa energético de Greenpeace-Rusia, Vladimir Chuprov, “se trata de dosis reducidas de radiación”, que “ no alcanzarán Moscú ni Europa del Este , de acuerdo a nuestras estimaciones”.
Mientras tanto, el Ministerio para las Situaciones de Emergencia continúa prestando asistencia en todos los campos. Ayer ingenieros rusos desviaron el curso del río Oka cerca de Moscú para bombear agua en las zonas devastadas.
En Moscú, por primera vez en varios días los temporales nocturnos refrescaron el aire y las calles, al menos por algunas horas, combatiendo el humo y el smog .
El director del Servicio Meteorológico, Aleksandr Frolov, calificó la ola de calor que afecta a Rusia desde hace un mes como la peor “en mil años”.
Greenpeace estimó que para combatir el fuego, el país necesita invertir al menos 760 millones de euros sólo para pagar un cuerpo forestal de 20 mil personas . Según el grupo ambientalista, la suma invertida este año (55 millones de euros) es “insignificante” para un país que tiene l a mayor extensión de bosques en el mundo .
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