Los incendios forestales que devastaron la Rusia europea quemaron zonas contaminadas por el desastre nuclear de Chernobyl, lo que aumentó los temores a que la radiactividad se propague hasta Moscú o a varios países de la región.
Las autoridades rusas están luchando contra los peores incendios desde 1972 y una sequía que ha destruido cultivos luego del verano más caluroso en el país en 1000 años, según los meteorólogos.
Los temores a que la contaminación nuclear provocada por Chernobyl se propague podrían agravar aún más la crisis, aunque por el momento los niveles de radiación eran normales en Moscú.
Las regiones afectadas incluyen la provincia de Bryansk, limítrofe con Ucrania, que fue contaminada por el polvo radiactivo que se propagó por Ucrania, Rusia, Belarús y Europa luego de una serie de explosiones en el reactor número 4 de Chernobyl, el 26 de abril de 1986.
Las autoridades forestales reconocieron ayer que en Bryansk ardieron hace pocos días 28 focos, que afectaron 269 hectáreas. Hasta ahora, las autoridades habían negado que en esta zona se hubiese propagado el fuego.
La asociación ecologista Greenpeace denunció que decenas de incendios estaban afectando zonas contaminadas y llamó a las autoridades a decir la verdad acerca del alcance de la radiactividad.
"La situación es complicada, pero estable y controlable", afirmó el coordinador de la agencia forestal de Bryansk, Vladimir Kotenkov. De momento no hay nuevos fuegos, pero los expertos advierten que las llamas, el viento y las tareas de extinción podrían arremolinar y levantar partículas radiactivas.
"En condiciones especiales, las partículas pueden ser arrastradas en caso de fuertes vientos hasta Moscú y Europa del Este", dijo el ecologista Alexei Yablokov, de la academia rusa de las ciencias.
El ministro de Protección Civil, Sergei Shoigu, ya había advertido del peligro de que las partículas del suelo radiactivo en Bryansk se mezclen con el aire junto con las cenizas. De momento, las ONG de Moscú que se ocupan de mediciones de este tipo no detectaron niveles de radiactividad elevados. Además, de acuerdo con meteorólogos, la situación climática es tranquila.
La agencia meteorológica alemana (DWD) dijo que las nubes derivadas de los incendios en Rusia se desplazan hacia el Oeste y que en los próximos días podrían alcanzar Polonia y el sur de Suecia. Sin embargo, no pudo precisar si las nubes contienen partículas radiactivas.
El presidente de la asociación Chernobyl, Vyachelav Grishin, aseguró que la contaminación radiactiva derivada de los incendios no es demasiado elevada. "No descarto, sin embargo, que se produzca un aumento de la radiación si las llamas no se extinguen a tiempo." Desde junio han ardido, según datos de la agencia forestal rusa, 3900 hectáreas de suelo contaminado.
En la región cercana a la frontera con Belarús y Ucrania desde hace días la falta de información ha derivado en gran preocupación por la salud de las personas.
El experto independiente en medio ambiente Alexander Issayev dijo que para zonas contaminadas con radiactividad existen normativas especiales contra incendios. Sin embargo, éstas no se pudieron cumplir debido a la falta de personal.
En tanto, fuertes vientos limpiaron ayer el humo tóxico provocado por feroces incendios que ha asfixiado a Moscú durante tres semanas, pero los meteorólogos advirtieron que podría volver dentro de 24 horas.
El humo sobre Moscú, que llevó la polución del aire a sus niveles más altos en décadas, casi duplicó las tasas de mortalidad en la capital.
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